El Pleno municipal ha escenificado la ruptura entre el Gobierno local y sus socios naturales, que no han respaldado una amplia batería de modificaciones presupuestarias por importe conjunto de alrededor de tres millones de euros.
Adelante Jerez ha votado en contra de todas las modificaciones propuestas salvo una que resultaba necesaria para aprovechar un Plan de Empleo de la Diputación de Cádiz que va a permitir la contratación de 45 funcionarios interinos por un periodo de seis meses.
Por su parte, Ganemos Jerez se ha abstenido en todas esas modificaciones, incluida también la relativa a este Plan de Empleo.
Especial beligerancia han mostrado los concejales de la coalición Adelante Jerez, integrada por Podemos e IU. Su portavoz, Raúl Ruiz-Berdejo, ha llegado a calificar al Gobierno local de “tramposo y marrullero”, aludiendo a diversos incumplimientos de los compromisos adquiridos con esta formación.
Además, le ha animado a aparcar “chantajes” y “llantitos” y a aprender “a trabajar en minoría”.
El viceportavoz, Ángel Cardiel, ha entrado en el fondo de la cuestión al advertir las intenciones del Ejecutivo local de “sustituir” con estas modificaciones el proceso de elaboración y aprobación del presupuesto municipal de 2021, que no ha sido todavía presentado a pesar de que ya han transcurrido los dos primeros meses del ejercicio.
Así, ha reprochado al Gobierno local que esté utilizando tres millones de euros de “partidas del pasado” que se corresponden con “promesas incumplidas” para modificar el presupuesto prorrogado. “Lo mínimo que se espera de un Gobierno que gobierna en minoría es que tenga la decencia de sentarse con los grupos de la oposición y de cumplir lo negociado”, añadió.
La teniente de alcaldesa de Economía, Hacienda y Recursos Humanos, Laura Álvarez, ha asegurado en cualquier caso que el Ayuntamiento “no renuncia” a contar con un presupuesto para 2021, justificando este retraso en la necesidad de conocer las medidas que el Ministerio de Hacienda pueda adoptar próximamente relativas al fraccionamiento de la deuda con Hacienda y Seguridad Social.
La propia alcaldesa, Mamen Sánchez, ha incidido en la idea de que “el presupuesto de 2021 se va a hacer”, ya que únicamente se está a la espera de saber si habrá que abonar 21 millones de euros en intereses por esos fraccionamientos o “nos van a librar de esos intereses”, ya que ese sería el margen de maniobra del que dispondría el Consistorio para ejecutar inversiones.
En este escenario de aparente ruptura entre el Gobierno local y sus socios naturales –especialmente con Adelante Jerez- cobra fuerza la posibilidad de que Ciudadanos pueda convertirse en el aliado del PSOE para lo que resta de legislatura.
El portavoz de la formación naranja, Manuel Méndez, recordó que en estos últimos años este grupo municipal ha respaldado todas aquellas iniciativas que consideraba “buenas” para la ciudad, adoptando una actitud de “responsabilidad”.
Aunque no se pronunció expresamente sobre el futuro más inmediato, sí dejó algunas frases que pueden llevar a pensar en un próximo acercamiento. Entre otras cosas animó al Gobierno local a “cambiar las formas”, asegurando igualmente que en Ciudadanos están “abiertos a todo”, como demuestra el hecho de que en estos últimos años no se hubieran “negado nunca” a apoyarle en momentos decisivos “a pesar de haber sido ninguneados”.
Tanto Ciudadanos como PP votaron en contra de todas las modificaciones presupuestarias a excepción de la relativa al Plan de Empleo de Diputación. El discurso del portavoz popular, Antonio Saldaña, fue similar al del resto de formaciones políticas, en el sentido de demandar la elaboración de un presupuesto para 2021 entre otras cosas porque “chirría” que en pleno inicio del ejercicio se hayan sometido ya a votación hasta nueve modificaciones del documento prorrogado de 2020.
Para los populares, “la realidad” ha vuelto a poner al PSOE de Mamen Sánchez “frente a un espejo”, evidenciándose “de nuevo que no es capaz de aprobar un presupuesto para Jerez”.
Desde el PP se entiende que “la verdadera intención” que “esconde” el Gobierno local a la hora de no elaborar un presupuesto y recurrir a las modificaciones de la prórroga de 2020 no es otra que la de “evitar el control del Ministerio de Hacienda y los ajustes a los que se debería someter”.
