Fernando Ávila es “de Sevilla, concretamente de Triana” por eso cuando eran pequeños él y sus hermanos correteaban por el Mercado de Triana mientras sus padres compraban. Un día su padre les dio el pretexto para un juego: “imaginaos que aquí debajo hay un castillo”. Fernando llegó a su casa y escribió una historia. Poco se sabía entonces que ese espacio albergaba el Castillo de San Jorge, sede del Tribunal de la Inquisición y una pieza clave en Maldita tú eres, su segunda novela. Un homenaje a sus padres y un canto de amor a Sevilla. Un thriller histórico con la Semana Santa como telón de fondo a caballo entre el pasado y el presente.
Una de las grandes pandemias del siglo XXI es la falta de atención de los jóvenes en la escrituraUna de las grandes pandemias del siglo XXI es la falta de atención de los jóvenes en la escritura
El crimen de una mujer torturada a los pies del altar de la Iglesia de Santa Mª de la Blanca será el inicio de una serie de asesinatos guiados por el fanatismo religioso “donde para entender las claves del presente, será necesario acercarse a la historia”. Así, la novela se desarrolla en dos tramas paralelas, una en la ciudad alemana de Lüdeck en el siglo XV y otra en la Sevilla del presente. El nexo de unión entre ambos mundos será el protagonista de la historia, Hernán Estrada, un estudiante de filología germánica que está terminando su tesis sobre la literatura medieval y que ayudará a la inspectora Raquel Expósito. Ambos se enamorarán al tiempo que intentan resolver estos misteriosos crímenes.
Urbano Nogueiras, un periodista becario, será una de las principales fuentes de información de Hernán Estrada. Y, aunque no sea una novela autobiográfica, entre las reflexiones del personaje, Fernando Ávila aprovechará para incluir algunos de sus propios pensamientos. De esta forma, el autor ha podido recordar sus vivencias como becario en el ABC de Sevilla, un periódico que fue su casa durante nueve meses y “donde me he curtido como escritor”, reflexiona. Ahora es profesor de Lengua y Literatura Española en el Instituto Gonzalo Nazarero de Dos Hermanas. Allí percibe que “una de las grandes pandemias del siglo XXI es la falta de atención de los jóvenes en la escritura” y se siente obligado a inspirar interés en los jóvenes por la lectura.
Ello le ha llevado a “hacer atractiva la lectura desde la primera página para enganchar al lector” en una novela que empezó a escribir en marzo de 2019, cuando todavía estaba inmerso en la creación de su primera novela, El Publicista (2019), una obra entre el romance y el thriller que se desarrolla en Nueva York.
Para Maldita tú eres, la Semana Santa era el telón de fondo ideal para pues ha permitido al autor añadir un toque de misterio y originalidad, que ha completado intercambiado bendita por maldita para “impregnar al libro de incertidumbre”. Además, con esta novela, de 488 páginas editada por Pábilo Editorial, Fernando Ávila persigue criticar el sinsentido de los fanatismos, motores de los crímenes que protagonizan la historia, y denunciar el abandono del patrimonio histórico. Asimismo, a través de los saltos entre el pasado y el presente muestra el cambio de “una mujer víctima” a finales de la Edad Media, a “una mujer con carácter y personalidad” como la inspectora Expósito el en el siglo XXI.
A sus 43 años, Fernando Ávila, ha disfrutado escribiendo Maldita tú eres tanto como cuando era niño y siempre estaba “o con un balón de fútbol o escribiendo”. Aunque también ha tenido que hacer los deberes: ha estudiado a fondo el Malleus Maleficarum, el extenso tratado sobre brujería publicado en 1487, una pieza clave en la novela; se ha entrevistado con profesores de la Universidad de Sevilla, con un canónigo de la Catedral de Sevilla; y ha recreado los principales rincones de Sevilla.
Escribiendo, Fernando Ávila es muy disciplinado. Escribe todos los días y en cualquier hueco que le queda libre, partiendo de la base de que “muchos pocos, hacen un mucho”. Aunque su momento más creativo es por la mañana. Mientras sale a correr “voy escribiendo la novela” y luego lo registra en las notas de su móvil, mientras desayuna en casa un café y una tostada con aceite y pavo y luego, al terminar, se envía el fragmento al correo electrónico para irlo guardando. El ordenador y muchas libretas “en las que la letra sólo la entiendo yo” registran las líneas, ahora, de su tercera novela. Otro thriller, en el que Sevilla compartirá protagonismo con otras ciudades del mundo.
De momento, Maldita tú eres nos permite algo casi imposible: revivir, entre intrigas y suspense, la Semana Santa de Sevilla.
