Un hombre que se enfrenta a 18 años y medio de prisión como presunto autor de un tiroteo en el que murió otro varón en el barrio de Pescadería, en la capital almeriense, ha afirmado hoy ante un jurado popular que disparó contra la puerta del inmueble en el que se encontraba la víctima porque pensaba que estaba "blindada".
Así lo ha manifestado durante la primera sesión de la vista oral que se sigue en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería, donde ha apuntado que conocía a la víctima y a otro hombre que se encontraba con él cuando se produjo el tiroteo, si bien resultó ileso, porque eran "vecinos" y criaban gallos juntos.
Ha señalado que la casa en la que ambos se encontraban era un punto de venta de droga. "Por eso sé que la puerta era blindada, que había tres rejas. Lo sabía porque me he criado ahí y he comprado coca", ha aseverado.
Ha dicho que discutió con el fallecido y el otro hombre porque, según él, le habían "pegado un empujón a un toxicómano del barrio y estaba echando sangre". Asegura que comenzó una pelea con ellos y que al ver a su sobrino con la "rodilla partida" por la trifulca, entró en el recinto que tenía adaptado para criar gallos en su domicilio, cogió el arma, un cargador y salió con ella.
Ha reconocido que no tiene licencia de armas pero que poseía una pistola porque es un "niñato" y es cosa de "niñatos tener un arma cuando no tenía que tenerla".
Así, afirma que al meterse la víctima y su acompañante en la citada vivienda, pensó que podían tener un arma y disparó "para la puerta". "No tendría que haber pasado", ha mantenido. "Creo que una de las balas la disparé hacia arriba y otras a la puerta", ha añadido.
Ha relatado que al escuchar "sirenas" se fue a su domicilio, se tomó una Coca-Cola y al entrar los agentes entregó sus cosas y lo arrestaron, incidiendo en que no se fue pese a tener "un Mercedes aparcado en la puerta".
El escrito del fiscal, al que ha tenido acceso Efe, señala que los hechos tuvieron lugar sobre las 12:30 horas del 4 de febrero de 2020 en las calles Resaca y Ruano, en las que se produjo una pelea en la que intervinieron varias personas, entre ellas el acusado J.M.C.
Sostiene que una vez concluida, el fallecido y su acompañante se refugiaron en una vivienda mientras J.M.C. entraba en un patio que se encontraba enfrente, cogió la pistola y con "intención de acabar con la vida" de ambos se acercó al inmueble en el que se encontraban, gritó: "os voy a matar, no vais a salir vivos", y disparó al menos en nueve ocasiones.
Uno de esos disparos atravesó la puerta e impactó entre la zona del pectoral y la axila izquierda de la víctima. "Como consecuencia de la destrucción de órganos vitales producida por la bala", falleció en "escasos minutos todavía en el interior del inmueble". A pesar de que los disparos también iban dirigidos a acabar con la vida del otro varón, "no recibió ningún impacto y resultó ileso".
Por estos presuntos hechos, el fiscal interesa un año y medio de prisión por un delito de tenencia ilícita de armas de fuego cortas; 12 años de cárcel por un delito de homicidio, y un año más de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa.
También pide una orden de alejamiento de 500 metros respecto al superviviente durante 10 años, y que indemnice a la mujer y a los dos hijos del fallecido con un total de 750.000 euros; a la madre de éste con 150.000 euros; a cada uno de los hermanos siete de éste con 100.000 euros, y al superviviente con 80.000 euros.
