El Ejército chino (EPL) aseguró hoy haber expulsado a un buque destructor estadounidense equipado con misiles guiados de las controvertidas islas Paracel (Xisha, en mandarín), ubicadas en el mar de la China Meridional, y que el país asiático considera bajo su soberanía.
El portavoz del Comando del Teatro de Operaciones del Sur del EPL Tian Junli indicó en un comunicado que "el destructor USS Curtis Wilbur se adentró ilegalmente en aguas territoriales de las islas sin la aprobación del Gobierno chino, lo que provocó el envío de fuerzas navales y aéreas para advertirle de que se fuera".
"Se trata de una estratagema estadounidense para reivindicar su hegemonía de navegación que viola gravemente la soberanía y la seguridad de China, además de socavar la paz y la estabilidad del mar de la China Meridional", agregó el portavoz.
Advirtió también de que "ese tipo de actos irresponsables solo aumentan los riesgos, los errores de cálculo y los accidentes en el mar".
El portavoz agregó que "Estados Unidos sólo busca crear problemas" en el mencionado mar y que "las tropas chinas están alerta en todo momento" para responder a este tipo de incursiones.
Filipinas, Vietnam, Malasia, Taiwan y Brunei reclaman partes de este estratégico mar -por el que circula el 30% del comercio global y que alberga el 12% de los caladeros mundiales, además de yacimientos de petróleo y gas- aunque China se atribuye la soberanía de esas aguas en su totalidad.