En este estudio, que elabora semestralmente la Universidad del País Vasco, los vascos se mostraron mayoritariamente escépticos y pesimistas con la actuación de las instituciones, si bien valoró que ETA esté cada vez más debilitada.
El desempleo continúa apareciendo en el Euskobarómetro como la principal preocupación para un 51% de los vascos, seguido de la situación económica (19%) y la violencia y el terrorismo (8%), con los mismos porcentajes que hace seis meses.
Según el estudio, por primera vez ninguna institución ha obtenido el aprobado y la sociedad vasca ha suspendido a su clase política, lo que refleja, según dijo Francisco Llera, director de la encuesta, “un sentimiento de fatiga institucional evidente, ya que se responsabiliza a los políticos de la situación económica”.
Así, el 71% expresó tener poca o ninguna confianza en el Gobierno Vasco liderado por Patxi López, dos de cada cinco ha hecho un análisis “claramente negativo” de su gestión y casi dos tercios siguen en desacuerdo con el pacto entre PSE y PP que sostiene al actual Ejecutivo socialista.
Llera destacó que ese nivel de desconfianza hacia el Ejecutivo es similar al reflejado tras las elecciones y “quizá –opinó– se mantiene ese sentimiento porque su gestión todavía no ha acabado”.
El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero "ha agudizado su desgaste en el País Vasco", donde un 46% de ciudadanos suspende su gestión, según el sondeo.
Los vascos dijo sentirse no nacionalistas en un 50%, frente a un 44% que se confiesa nacionalista, si bien tres de cada cuatro vascos han asegurado estar relativamente satisfechos con el Estatuto de Gernika, mientras una minoría del 31% mantiene “deseos de independencia”.
Los ciudadanos se mostraron más optimistas que en anteriores períodos respecto al final del terrorismo, ya que perciben a ETA “cada vez más debilitada”.
La sociedad vasca reafirmó su rechazo mayoritario a ETA, en un 76%, y manifestó unidad para deslegitimar el recurso a la violencia como forma de defender objetivos políticos, argumento que “vuelve a dividir a los votantes de una izquierda abertzale desconcertada”.
Además, según la encuesta, sólo el 4% de los votantes de la izquierda abertzale sigue apoyando incondicionalmente a la banda terrorista.