S.M.A.R.T.

Publicado: 20/02/2024
Los objetivos son necesarios en todas las áreas en las que el rendimiento y los resultados afectan directa y vitalmente a la supervivencia de la empresa
Los objetivos son necesarios en todas las áreas en las que el rendimiento y los resultados afectan directa y vitalmente a la supervivencia y prosperidad de la empresa. Así lo indicaba en 1954 en su obra Principios de Management, Peter Drucker, el considerado padre de la gestión empresarial o, al menos, uno de sus pensadores más influyentes.

La misión de la empresa debe descomponerse y concretarse en una serie de objetivos estratégicos que permitan aproximarse a ella. Una vez establecidos, se deben desglosar en sub-objetivos o metas específicas para cada área y nivel de la organización. Tener objetivos claros permite a los directivos establecer prioridades, tener una meta que comparar con los resultados finalmente obtenidos, y unificar esfuerzos de todos los miembros de la organización en torno a esos objetivos. Sin esa coordinación y subordinación al interés general de la organización es posible que se avance, pero es complicado que se llegue a donde se quería inicialmente.

Esta necesidad de establecer objetivos en todos los niveles hace que, en muchas ocasiones, se haga de forma ineficaz. Demasiadas veces escuchamos que directivos (sobre todo públicos) hablan de que van a fomentar, priorizar, avanzar, trabajar, aumentar o concentrar esfuerzos en determinadas actividades. ¿Cuántas veces habremos escuchado que con esta o aquella iniciativa se va a conseguir un mayor desarrollo de nuestra provincia? La realidad es que seguimos perdiendo población, que estamos a la cola en inversiones y en infraestructuras. Por ejemplo, para mejorar la conexión ferroviaria de Jaén no podemos plantear que el objetivo sea hacer un estudio de viabilidad, o un estudio de impacto ambiental, o la redacción de proyectos. Los objetivos deben cumplir con varios criterios que se describen con el acrónimo SMART (inteligente en inglés). Deben ser específicos (Specific), medibles (Measurable), alcanzables (Attainable), relevantes (Relevant), y definidos temporalmente (Time-related).

Establecer objetivos de forma abstracta y genérica puede ser la excusa perfecta para decir y no hacer. Es necesario concretar de forma objetiva qué se quiere hacer. Necesitamos también un indicador de progreso, establecer con claridad los pasos a dar y visibilizarlos. También es preciso que sean objetivos alcanzables, conseguibles. Prometer lo que no se puede cumplir antes o después pasa factura, aunque la memoria es frágil. Deben ser objetivos relevantes si aspiramos a mejorar, y tienen que precisar una proyección temporal. Los retrasos existen, pero si siempre nos tocan a los mismos puede ser que haya otros motivos. Necesitamos objetivos y directivos SMART que los cumplan.

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