Andalucía ha sido y sigue siendo la madre de las soleras patria. Andalucía la que canta cuando llora y la que llora cuando canta. Si queremos conocer Andalucía hay que ir a buscarla a su propia casa, como la reja de la ventana. Andalucía se encuentra entre las casitas blancas de sus pueblos, en las romerías, en las ferias. Si la queremos conocer bien sinceramente no entréis en esos tugurios donde todo vicio tiene su trono y todo rufián su cátedra.
Andalucía loca y alocada, creada para turistas, para las noches crápula y placeres, la de las coplas. Andalucía traviesa, abrió muchas puertas y recibió muchas visitas.
Es la región más grande de las autonomías del estado español, ocho provincias y todas distintas y desiguales, y casi opuestas. Cada trozo, un estilo diferente del cante, unas variaciones esenciales de estilos. La Andalucía del flamenco ya maduro y consolidado, donde ya se hace profesional y se extiende a los otros escenarios.
Andalucía es una cosa, otra los flamencos y otra el flamenquismo, que es lo mas contrario a lo flamenco, y la esencia viva y real de la propia Andalucía.
El verso, el vino, el baile y el cante son privilegios de Andalucía, la región luminosa e iluminada, la que contempló la desnudez morena de la sultana, las que saben de la suerte, de las fiestas bravas, la que se da en sentimiento y en belleza.
Muchas personas conocen Andalucía como la palma de su mano y no son andaluces. Y tú ¿conoce tu tierra? Andalucía solo hay una.