El acto, que ha sido presidido por la consejera de Cultura y Patrimonio de la Junta de Andalucía, Rosa Torres, y el alcalde de Carmona, Antonio Cano, ha contado, además, con la presencia de varios miembros de la política municipal y de representantes de diversas asociaciones de la localidad.
En el transcurso de la presentación, el alcalde de Carmona ha solicitado a la consejera de Cultura la colaboración de la Junta de Andalucía para emprender dos actuaciones de interés para nuestra localidad. Por un lado, la reforma en el Teatro Cerezo para dotarlo de una caja escénica que le permita acoger más circuitos provinciales y, por el otro, las obras de acondicionamiento del silo de Carmona para convertirlo en Centro Cultural, que incluiría la Biblioteca Municipal y una sala de estudio.
La compleja rehabilitación del Estandarte Real, símbolo de la ciudad, que ha durado casi seis meses, se ha llevado a cabo en el Taller de Tejidos del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico por parte de las restauradoras Carmen Ángel y Gema Pérez.
Según ha explicado una de ellas, la intervención del IAPH se ha realizado partiendo de un criterio meramente conservativo y ha consistido en la eliminación de sólo aquellas actuaciones anteriores que afectaban a la integridad física de la obra, sin reposición de materiales ni cambios en los mismos. Asimismo la actuación en la pieza permite la visión de los tejidos originales y de la intervención realizada, a partir de la protección de la superficie de la obra con crepelina, una tela semitransparente que ayuda también a la reintegración cromática del conjunto.
Las personas interesadas en ver cómo ha quedado el pendón tras la restauración, pueden visitarlo durante las dos próximas semanas en el Salón municipal de Plenos Posteriormente estará situado en la Puerta de Sevilla o en el Museo de la Ciudad, cuando se decida su ubicación definitiva.
El estandarte, del que se tienen datos históricos desde el siglo XV, forma parte del patrimonio de Carmona y consiste en una insignia de doble cara confeccionada con recortes de distintos tipos de telas y colores, que van configurando la decoración principal: una estrella o lucero en el centro rodeado en el borde por cuadrantes que recogen castillos y leones. En el momento de su restauración la pieza presentaba un grado alto de pérdidas, tanto en los bordes como en la zona central, y los tejidos que quedaban estaban frágiles y quebradizos, con roturas, hilos sueltos y deformaciones. Por ello tras la recuperación de la obra sólo se conserva un diez por ciento del original.
Antes de la presentación en el Salón de Plenos, la consejera de Cultura ha firmado en el Libro de Honor de la ciudad y ha recibido varios presentes por parte del Gobierno municipal.
