Lamentan que no se hayan dado datos concretos de a quién afectará la fusión
Los sindicatos presentes en la mesa de negociación laboral de la fusión entre Unicaja y Cajasur solicitarán ayer a las cajas un receso en dicha negociación debido a que "tras nueve meses de reuniones las entidades financieras aún no han facilitado datos concretos".
"Estamos inmersos en una espiral sin sentido", aseveró ayer a los periodistas el secretario general de la Agrupación Ahorro de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos (Comfia) CCOO Andalucía, Pepe Segura, que añadió que no están dispuestos a continuar así, ya que "todo se basa en estudios teóricos".
Segura severó que en la sexta reunión de la mesa de negociación laboral, convocada para ayer y hoy en la sede de Unicaja en Málaga, se iban a analizar propuestas empresariales "pero no será posible debido a que Unicaja desconvocó la comisión de datos que se iba a celebrar con anterioridad y en la que se iba a verificar dicha propuesta".
Por su parte, el secretario general de CSICA, Emilio Menéndez, afirmó ayer a los periodistas que tras cinco reuniones de la mesa laboral no se han presentado "ni datos ni propuestas concretas".
Asimismo, el presidente de Aspromonte, José Ignacio Torres, denunció ante los periodistas que tras nueve meses no se sabe a quién puede afectar el acuerdo laboral, por lo que van a solicitar "formalmente que se dé a conocer el colectivo afectado".
Torres pidió responsabilidades a la Junta de Andalucía ya que, según el presidente del sindicato mayoritario de Cajasur, el gobierno andaluz "se ha inmiscuido en las decisiones de una empresa privada por lo que ahora debe asumir sus responsabilidades".
Además, señaló que si no avanzan las reuniones entre los sindicatos se convocará una manifestación, aunque será posterior a la Semana Santa.
Las negociaciones se estancaron después de que Unicaja trasladara a sus empleados una nota en la que sostenía que el ahorro de coste equivalente a 1.224 empleos era "irrenunciable e innegociable".
La caja malagueña tiraba así por tierra las aspiraciones de los sindicatos que reconocieron tras la última mesa laboral que se había dado un tímido primer paso ya que la dirección había concretado por primera vez algunas de las medidas con las que pretendía reducir costes, aunque no las cuantificó.