A diferencia de otras romerías, ciertamente masificadas, donde predominan los agobios, las apreturas y las estrecheces, nuestro San Marcos ofrece diversos escenarios para vivirlo intensamente constituyéndose esencialmente como una festividad dispersa al gusto de quien participa de la misma. Así ha sido durante muchos años, pero últimamente parece que tanto los componentes de la propia Hermandad de San Marcos como muchos ciudadanos que desean disfrutar de la jornada festiva sin marcharse del pueblo, han encontrado en el Parque Forestal “Príncipe de Asturias”, el popularmente conocido como Parque del Garrotalillo, un magnífico punto de encuentro para disfrutar en convivencia y armonía del tradicional salmorejo y la “ensalá sanmarqueña”.
Gracias a la recuperación del Garrotalillo, Puente Genil ha ganado una zona recreativa de esparcimiento y ocio que se encuentra a las afueras de la población y que cada vez cuenta con un mayor número de visitantes, que encuentran allí el ambiente y el paisaje idóneo para pasar una jornada de campo sin dejar atrás la comodidad de la cercanía con el casco urbano.
Pese a todo, sería un error vincular el número de personas presentes en el Garrotalillo con la revitalización de San Marcos. Está claro que la crisis y el que la fiesta haya caído este año en domingo, hará que más de uno se replantee el salir demasiado lejos del pueblo para pasar la jornada festiva, pero también es verdad que, como decíamos anteriormente, en los tiempos que corren y con las facilidades de comunicación que existen, cada cual se lo monta como quiere y donde quiere, y eso es precisamente lo que caracteriza el “espíritu de San Marcos”, el encontrar en un fin de semana como este a pontanenses de todas las condiciones y edades en cualquier rincón de Andalucía.