Así lo explicaba el vicehermano mayor, Manuel González, que aseguraba que los cofrades estaban "tristes", pero manifestaron su comprensión a los responsables, debido a las lluvias intermitentes durante la tarde de ayer. "Es una situación complicada porque parece que si tomas la decisión de no salir y luego deja de llover nos hemos confundido, pero ha sido lo más acertado ante los pronósticos del tiempo con los que contábamos", valoraba González.
En la jornada matinal los jienenses llenaron la ermita del Cristo de Charcales. Si otros años la imagen permanecía en el exterior de su ermita, este año la lluvia ocasionó que los fieles la contemplaran en el interior. De hecho, tuvieron que habilitar una carpa improvisada para que los fieles no se mojaran. "Los jienenses han demostrado una vez más que nos quieren acompañar en esta tradicional romería", decía.
La misa fue oficiada por el consiliario de la Cofradía, el sacerdote Enrique Cabezudo.
Al mediodía, los asistentes disfrutaron de la tradicional paella que organiza la Cofradía para invitar a los hermanos. "Se ha vivido una jornada de convivencia muy bonita", dijo el vicehermano mayor, alegrándose además de que los vecinos del barrio celebrarán también sus fiestas.