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El silencio de los corderos

?La vida es así... cuando menos aquí?, decía un paisano de Azpeitia a preguntas de un periodista que tenía interés en saber qué pensaba sobre el asesinato del empresario Ignacio Uría. Ni una palabra de condena, ni un rasgo de dolor...

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“La vida es así... cuando menos aquí”, decía un paisano de Azpeitia a preguntas de un periodista que tenía interés en saber qué pensaba sobre el asesinato del empresario Ignacio Uría. Ni una palabra de condena, ni un rasgo de dolor. Nada. No tenía nada que decir: no se sentía concernido por el crimen.¿Por miedo? ¿Era simple y desoladora indiferencia? Nunca lo sabremos. Pocos han querido hablar allí; el silencio de los corderos resulta atronador. El que más, el de los ensotanados del lugar, la villa en la que fue bautizado Ignacio de Loyola, aquel enérgico soldado y clérigo que, de vivir en nuestros días, estoy seguro que habría hablado para  condenar el crimen y a los asesinos, instando a perseguirlos dónde se hallaran.

No hemos oído, ya digo, la voz de sus sacerdotes, un colectivo que en relación con las andanzas de la ETA –salvo muy contadas excepciones– guarda un histórico y ominoso silencio. Decía John Lennon que la vida era todo aquello que sucedía mientras hacíamos planes y esta idea, tan atinada como melancólica, me ha venido a la cabeza al escuchar al anónimo viandante para quien el crimen que acaban de perpetrar los pistoleros etarras formaba parte de la normalidad. “La vida es así”. También la he recordado al escuchar al presidente Zapatero y a Mariano Rajoy condenando el asesinato  con las mismas palabras de siempre, anunciando los mismos planes, evidenciando las mismas rutinas mentales. Mientras tanto, la organización terrorista ETA, sigue donde solía. Ellos, sus cómplices y sus escolios políticos, como es el caso de Acción Nacionalista Vasca, el partido que gobierna en medio centenar de ayuntamientos vascos. Entre otros, el de Azpeitia.

Si Zapatero quisiera, el  Gobierno podría disolver los ayuntamientos gobernados por ANV –lo hizo por otras razones en el caso del Ayuntamiento de Marbella–.¿Lo hará en los casos que nos ocupan? Estando tan cerca las elecciones vascas, no parece probable. La vida, ya se sabe, es lo que sucede mientras hacemos planes.

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