Jaén está de moda y tiene un largometraje como mandan los cánones: Ocho Apellidos Jaeneros. Protagonizado por Capilla (Clara Lago) una joven empresaria jiennense que ama a su tierra con locura.
Regenta una ‘FisCapilla’, una asesoría fiscal en la zona de las Fuentezuelas. Capilla disfruta cantando y bailando melenchones ataviada con su vestido de pastira durante San Lucas, Santa Catalina y, por supuesto, en las fiestas de la Virgen de la Capilla, que coinciden con su santo.
Capilla es socia del Real Jaén y del Jaén Paraíso Interior, es prominente de la Verónica cada madrugada de Viernes Santo en la procesión de El Abuelo y, cada enero, corre la San Antón y luego toma rosetas alrededor de alguna lumbre.
Cuando los familiares de Capilla acuden al médico el tiempo de espera para una cita, unas pruebas o intervención es mayor que en otras provincias de Andalucía. Pese a que el presidente de la Junta de Andalucía promete que cambiará la situación, las colas de espera en la sanidad para los familiares de Capilla son interminables.
La joven interpretada por Clara Lago se siente incomunicada cuando ve que los trenes de alta velocidad han hecho la cobra a Jaén para desplazarse desde Granada hasta Madrid, sin pasar por su ciudad.
Capilla se manifestó cuando el Gobierno de España prometió dar el Plan COLCE a Jaén y, finalmente, una ministra de Córdoba se llevó este proyecto a su ciudad. Tras esto, el alcalde de Jaén, interpretado por Gabino Diego, hace un amago de confrontación con su partido para que traigan el Plan COLCE a Jaén, pero sin obtener resultado.
En el otro lado ve al candidato a alcalde por la oposición, que lo interpreta el actor Andoni Ferreño, y promete a los jiennenses que, con su partido, Jaén cambiará, pero lo cierto es que no ha movido ni un solo hilo para que ningún jaenero tenga que esperar más que cualquier otro andaluz para obtener una cita médica.
El largometraje finaliza cuando, tras un exilio forzoso por falta de oportunidades laborales, llega a Jaén su novio Lucas, interpretado por Dani Rovira. Éste le propone crear una plataforma ciudadana que cambie la capital de mano de sus propios vecinos.
En la escena final queda abierta una segunda parte en la que Lucas le dice a Capilla: “¿Realmente tenemos la ciudad que merecemos?”