"Se ha roto la confianza entre la gente y la policía, hay que reformar el cuerpo de cabo a rabo", avisaron este sábado los miles de participantes de una protesta en París contra la violencia policial y el racismo a la que se sumaron partidos de izquierda, ONG e incluso el sindicato de la magistratura.
La manifestación, que partió de la Estación ferroviaria Gare du Nord en dirección a Place de Clichy, homenajeó también a Nahel, el adolescente de origen magrebí tiroteado a finales de junio durante un control policial por un agente y cuya muerte desató una intensa ola de violencia en Francia.
Cerca de 200 organizaciones, entre partidos, ONGs, sindicatos y asociaciones de estudiantes, acudieron a la protesta de la capital, la principal entre las 120 convocadas en Francia, donde también se celebró hoy una multitudinaria misa del papa Francisco en Marsella y tres partidos del mundial de rugby.
"Los relatores (de la ONU) en favor de los Derechos Humanos lo han constatado: si eres un joven, con pinta de ser árabe o eres negro tienes 20 veces más riesgo de que te hagan un control policial que la media", denunció Mathilde Panot, la líder parlamentaria de la Francia insumisa (LFI), el tercer grupo más numeroso en la Asamblea.
Acompañada en la marcha por Aurélie Trouvé, también diputada de la LFI, Panot denunció "el racismo sistémico" de la policía contra los jóvenes de los barrios populares, en gran parte concentrados en la periferia parisina, y alertó de que se les hace sentir "un cuerpo extranjero" dentro de Francia, a pesar de que son franceses.
La jefa de filas del LFI en la Cámara Baja calculó que en un solo año y medio 17 personas han muerto por haberse negado a pararse en un control policial, mientras que en Alemania, país con el que los franceses se comparan a menudo, ha habido 1 en 10 años por ignorar un control, de acuerdo con los números de la diputada.
Para Panot, la de hoy no es una manifestación contra el cuerpo policial y sí en favor de una República en la que los cuerpos y agentes de seguridad del Estado respeten los Derechos Humanos. "Para ello hay que reformar de cabo a rabo la institución, se ha roto la confianza entre la gente y la policía", juzgó.
No obstante, los últimos sondeos muestran que cerca del 60 % de los franceses tiene una buena opinión de los policías, un elevado porcentaje que se ha mantenido estable desde hace tiempo. El ministro del Interior, Gérald Darmanin, ha defendido el papel de los agentes, incluso en crisis como la generada con la muerte de Nahel.
Más restricciones en el uso de armas de fuego
Varios participantes de la manifestación portaron carteles en favor de derogar una ley de febrero de 2017, aprobada por un Gobierno socialista con François Hollande como presidente y Bernard Cazeneuve como primer ministro, que dio más margen a los agentes para poder disparar con arma de fuego en caso de que se sientan amenazados.
Esta ley, que lleva el nombre de Cazeneuve, se aprobó meses después de intensas protestas de la Policía, que decía sentirse con pocos medios y desamparada legalmente para combatir la criminalidad.
Sin embargo, el disparo mortal de un policía contra el joven de 17 años Nahel, quien se había negado a frenar para someterse a un control mientras conducía un coche del alta cilindrada sin carné de conducir, ha puesto de nuevo en el debate público la pertinencia de esa norma.
Según las ONGs y sindicatos de magistrados, existen otras maneras menos mortíferas para lidiar ante una situación así.
Entre las organizaciones participantes en la manifestación, destacó la ausencia de dos socios de la Francia Insumisa en la coalición izquierdista Nupes: el Partido Socialista y los comunistas -los ecologistas sí que acudieron-.
Los roces de LFI con los socialistas, pero sobre todo con los comunistas, han sido muy frecuentes y han debilitado a la Nupes de cara a las elecciones europeas de mayo de 2024.
En la marcha de París, llamó la atención una importante presencia sindical.
Estuvo la Confederación General del Trabajo (CGT), la segunda central en Francia que se movilizó intensamente contra la reforma de las pensiones este primer trimestre, pero también el sindicato de la magistratura, representante del 30 % de los magistrados en el país.
Esta organización ha pedido la derogación de una norma que permite usar armas de fuego a los policías cuando alguien se salta un control para evitar tragedias como la sucedida con Nahel.