La puesta en marcha de la residencia generará entre 80 y 90 puestos de trabajo en la ciudad.
Dotarlo de equipamiento y solicitar todas las licencias oportunas para su apertura. Eso son los trámites que le restan para abrir sus puertas a la nueva residencia para mayores que la Unión de Parálisis Cerebral de San Fernando (Upace) ha levantado sobre los terrenos localizados en la confluencia en la avenida Al-Andalus y la calle Cornelio Balbo en la zona de La Ardila. Si todo transcurre según lo proyectado, podrían estar en funcionamiento para el mes de marzo de 2011, es decir, que se van a cumplir mes arriba mes abajo los plazos marcados por la dirección de la entidad isleña.
El director de Upace, José Manuel Porras, sabe que a partir del mes de septiembre comienza lo verdaderamente importante y es buscar el dinero para dotar de contenido a las instalaciones. Se estima que serán necesarios en torno a 700.000 euros y, sobre todo, que se volverá a contar, como hasta ahora, con el respaldo económico de la Junta de Andalucía. Un dinero que habría que sumar a los casi 3,5 millones de euros que ha costado la construcción de la residencia.
Residencia y diurna
A groso modo, recordar que se trata de unas instalaciones totalmente novedosas en el panorama nacional y que nace para dar cobertura a todos los niveles a aquellas personas que sufren parálisis cerebral y que alcanzan los 45 años (poco más o menos que tercera edad para ellos). El centro ofrecerá servicio a 30 personas residentes y a 40 en el centro de día. Este hecho conllevará también a la generación de una importante cantidad de puestos de trabajo, que podrían rondar entre los 80 y los 90 tanto de manera directa como indirecta, puesto que la dirección de Upace está sopesando la posibilidad de externalizar algunos servicios, como es el caso de la cocina o la limpieza.
El mes de marzo se presume como básico para los proyectos que tiene en marcha la Unión de Parálisis Cerebral de San Fernando, ya que se espera que además de la residencia para mayores se pongan en marcha las otras dos instalaciones en las que se lleva trabajando desde hace meses, como es el caso de la vivienda en la calle Argentina o la zona de talleres que se está levantando en el Marquesado en Chiclana.
Recta final
El propio José Manuel Porras admitía que todo va por buen camino y que más pronto que tarde estas tres instalaciones abrirán sus puertas para prestar servicio a personas con discapacidad cerebral. “Estamos en la recta final y a partir del próximo mes de septiembre vamos a retomar los diferentes frentes que tenemos abiertos para darle el empujón definitivo. Estamos buscando el dinero para equipar las tres instalaciones y estamos convencidos de que llegará para que se pongan en marcha”.