¿Te sientes agobiado por la sociedad, la familia o el trabajo? ¿Te cuesta relacionarte con los demás y prefieres quedarte en tu habitación? ¿Has perdido el interés por todo lo que te rodea y solo te dedicas a ver la televisión, navegar por internet o jugar a videojuegos? Si has respondido afirmativamente a estas preguntas, puede que sufras de
hikikomori, un fenómeno social y psicológico que afecta cada vez a más personas en España y en el mundo.
El término
hikikomori proviene del japonés y significa literalmente "
aislarse" o "
apartarse". Se refiere al síndrome de
aislamiento social, que consiste en
recluirse voluntariamente de la vida social, buscando grados extremos de
confinamiento y
soledad. Los
hikikomori suelen pasar la mayor parte del tiempo en sus habitaciones,
sin comunicarse con nadie y
sin salir de casa durante meses o incluso años. El perfil típico de los
hikikomori es el de jóvenes, sobre todo
hombres, que se sienten
presionados,
frustrados o
decepcionados por las
exigencias de la sociedad, y que escapan a la
privacidad y
seguridad de sus dormitorios, viviendo en un
mundo paralelo o virtual.
El
hikikomori es un problema de
salud mental que requiere
atención profesional y
apoyo familiar, ya que puede tener
consecuencias negativas para el
bienestar físico y
emocional de los afectados. Algunas de las
causas que pueden provocar el
hikikomori son la
fobia social, la
depresión, el
acoso escolar o laboral, el
estrés, la
timidez, la
baja autoestima o la
falta de habilidades sociales. Algunos de los
síntomas que pueden indicar que una persona es
hikikomori son el
rechazo a salir de casa, el
aislamiento de los amigos, la
falta de interés por el estudio o el trabajo, la
dependencia de las nuevas tecnologías, la
pérdida de la noción del tiempo, la
falta de higiene o la
irritabilidad.
Un fenómeno global El
hikikomori se consideraba un fenómeno exclusivo de Japón, donde se estima que hay más de medio millón de casos. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que el
hikikomori no está ligado únicamente con la
cultura japonesa, sino que cada vez está más presente en el resto de Europa y en toda España. Los expertos señalan que el
hikikomori es un fenómeno global, que responde a las
características de la sociedad actual, marcada por la
competitividad, la
individualización, la
precariedad y la
falta de oportunidades. Además, la
pandemia de la covid-19 ha agravado la situación de muchas personas que ya sufrían de
aislamiento social, al
limitar sus contactos y sus
actividades. Por otro lado, la pandemia también ha servido para
visibilizar el problema del
hikikomori y para
sensibilizar a la
opinión pública y a las
autoridades sobre la
necesidad de ofrecer recursos y
soluciones a los afectados y a sus familias.
¿Qué se puede hacer? El
tratamiento del hikikomori suele ser
multidisciplinar, e implica la
intervención de psicólogos,
psiquiatras,
terapeutas,
educadores y
familiares. El objetivo es ayudar al
hikikomori a
recuperar la confianza, la
motivación y las
habilidades sociales necesarias para
reintegrarse en la sociedad. Algunas de las
estrategias que se pueden emplear son la
terapia cognitivo-conductual, la
terapia familiar, la
terapia de grupo, el
apoyo escolar o laboral, el
ocio saludable o el
voluntariado.
Sin embargo, el
primer paso para superar el hikikomori es
reconocer que se tiene un problema y
pedir ayuda. Muchas veces, los
hikikomori se niegan a
admitir que están enfermos y se
resisten a recibir tratamiento. Por eso, es fundamental que los
familiares, los
amigos y los
profesionales estén
atentos a las señales de alarma y
ofrezcan su apoyo y
comprensión al
hikikomori, sin
juzgarlo ni
presionarlo. También es importante que los
hikikomori sepan que no están solos, que hay otras personas que han pasado por lo mismo y que han logrado superarlo.