Los partes meteorológicos no ofrecían garantías para que la cofradía de Nervión pudiera, ni siquiera, llegar a la Catedral de Sevilla. El hermano mayor,
José Cataluña, anunciaba la suspensión de la estación de penitencia, irremediablemente.
Rostros tristes y
lágrimas en la parroquia de la Concepción. Los cofrades de esta corporación del Miércoles Santo rezaban ante los dos pasos, antes de abandonar el templo. Minutos más tarde, se abrían las puertas para que fieles y devotos pudiesen contemplar a las imágenes en sus pasos procesionales.
El Santísimo Cristo de la Sed, tallado por Luis Álvarez Duarte en 1970, y la Virgen de Consolación Madre de la Iglesia, obra de Antonio Dubé de Luque en 1969, recibieron cientos de visitas en
una tarde de lluvia, frío y mucho viento.