El presunto ‘asesino de su tía’ se ensañó con su víctima, a la que golpeó reiteradamente en la cabeza durante toda la agresión, según han confirmado a INFORMACIÓN BAHÍA fuentes policiales que llevan la investigación.
Aunque inicialmente se había dejado entrever que la víctima, Sofía Sastre Pérez, de 45 años, y residente en la calle Barbate e la capita gaditana, había recibido un golpe que había sido el que le provocó la muerte, la verdad es que recibió numerosos golpes, “casi imposibles de contar”, según han indicado las fuentes consultadas, que le destrozaron literalmente la cabeza.
La agresión, según la investigación, fue de cara y sin darle tiempo a defenderse, ya que la víctima no tenía heridas ni señales defensivas, lo que hace prever que la asaltó sin que ella se lo esperara, posiblemente tras una fuerte discusión, y que comenzó a golpearla con tanta fuerza y violencia que a la mujer no le dio tiempo a reaccionar, falleciendo prácticamente en el acto.
La agresividad mostrada por el presunto asesino, Agustín. P. S., de 45 años, con antecedentes penales y problemas de adicción a las drogas, fue tal que “le reventaron la cabeza”, ya que todos los golpes se centraron en esa parte del cuerpo, lo que implica que fue un arrebato de violencia “que empezó y no supo cómo acabar hasta que la mató”, han indicado las mismas fuentes policiales consultadas.Lo que ha llamado la atención de los agentes que llevan el caso es que tras ese arrebato de violencia extrema, el presunto asesino saliera de la casa y se fuera a la calle, donde fue detenido cerca del Hotel Playa Victoria.
AGRESIONES ANTERIORES
La mujer fallecida no fue la única víctima del presunto asesino, sino que también su madre fue agredida con violencia por él.
Según han indicado fuentes de la investigación, la madre recibió distintos golpes, aunque con menor violencia y daños que los de la fallecida, lo que provocó que decidiera abandonar el domicilio donde se encontraban y salir a la calle, desde donde dio aviso a la Policía, del estado en el que se encontraba su hijo y del miedo que tenía sobre lo que pudiera hacer.
Dado este estallido de violencia previo, los agentes que llevan el caso creen que tras la marcha de su madre, la tía pudo recriminarle su actitud, lo que hizo estallar un nuevo arrebato de violencia que fue el que provocó la agresión que acabó con su vida.
Aunque inicialmente se había dejado entrever que la víctima, Sofía Sastre Pérez, de 45 años, y residente en la calle Barbate e la capita gaditana, había recibido un golpe que había sido el que le provocó la muerte, la verdad es que recibió numerosos golpes, “casi imposibles de contar”, según han indicado las fuentes consultadas, que le destrozaron literalmente la cabeza.
La agresión, según la investigación, fue de cara y sin darle tiempo a defenderse, ya que la víctima no tenía heridas ni señales defensivas, lo que hace prever que la asaltó sin que ella se lo esperara, posiblemente tras una fuerte discusión, y que comenzó a golpearla con tanta fuerza y violencia que a la mujer no le dio tiempo a reaccionar, falleciendo prácticamente en el acto.
La agresividad mostrada por el presunto asesino, Agustín. P. S., de 45 años, con antecedentes penales y problemas de adicción a las drogas, fue tal que “le reventaron la cabeza”, ya que todos los golpes se centraron en esa parte del cuerpo, lo que implica que fue un arrebato de violencia “que empezó y no supo cómo acabar hasta que la mató”, han indicado las mismas fuentes policiales consultadas.Lo que ha llamado la atención de los agentes que llevan el caso es que tras ese arrebato de violencia extrema, el presunto asesino saliera de la casa y se fuera a la calle, donde fue detenido cerca del Hotel Playa Victoria.
AGRESIONES ANTERIORES
La mujer fallecida no fue la única víctima del presunto asesino, sino que también su madre fue agredida con violencia por él.
Según han indicado fuentes de la investigación, la madre recibió distintos golpes, aunque con menor violencia y daños que los de la fallecida, lo que provocó que decidiera abandonar el domicilio donde se encontraban y salir a la calle, desde donde dio aviso a la Policía, del estado en el que se encontraba su hijo y del miedo que tenía sobre lo que pudiera hacer.
Dado este estallido de violencia previo, los agentes que llevan el caso creen que tras la marcha de su madre, la tía pudo recriminarle su actitud, lo que hizo estallar un nuevo arrebato de violencia que fue el que provocó la agresión que acabó con su vida.
