No saben lo difícil que es ser ateo en un país que no se respeta, no ya las creencias de los demás, sino que además joroban y mucho, las no creencias. Me ofende sobremanera que algunos se manifiesten a voz en grito a las puertas de una clínica abortista, sin respetar el derecho, al menos legal, que tienen las usuarias a dejar sus embriones a la espera.
No , no crean que me cachondeo de la vida, que no, solo digo que ellos sí que lo hacen, de la vida de miseria, que le espera al crio al que obligan a su madre a parirlo, por decisiones políticas, sociales o religiosas , de otros, que imponen sus ideas. En esto, como en todo, la mayoría oprime y no nos engañemos , la mayoría de nuestro país, no es que sea católica , sino que farandulea de ello. Respeto las creencias en igual manera que las no creencias , no pongo por encima a un musulmán, de un católico , un judío o un budista, pero tampoco por debajo, pero lo que sí creo coherentemente , es que a los ateos no nos ampara , ni los mismos derechos , ni muchos menos, los mismos respetos que a los demás.
Cuando llegan estas fechas , vemos con resignación como la clase mayoritaria poblacional , se pierde tras pasos y procesiones, y nos da igual, cada uno a lo suyo, pero déjennos tranquilos y métanse en sus filas, que si las bodas civiles tuvieran más boato, las comuniones no fueran celebraciones con convite y viajecito al paso, o reuniones de pastores para comerse a la oveja, ya les diría yo cómo les iba el computo de fieles, porque se lo aseguro, estaría, en franca decadencia.
Sufrimos más que de asteísmo, de incredulidad y hastío, porque es asfixiante ver a gente que te dice en la cara que lleva a su criatura a catequesis dos años, para festejar con los amigos y compararle un traje de cuatrocientos euros, porque si en el bloque no celebras , eres un matao y antes que eso , revientas. No estoy muy puesta en procesiones , ni hermandades, pero me van de figureo y seguro que hay más vocaciones políticas y a buen seguro sociales , que de recogimiento, puramente religioso.
Se habrán dado cuenta, que el mamoneo me va poco y de ser, sería más de los que se embarran los pies con el fango del camino- que para eso Jesucristo llevaba alpargatas- y de no echar al lado a nadie… ni leproso , ni mendigo, ni puta, ni desviado, supongo que porque en eso consiste la humanidad y el ser buena persona y el querer al prójimo y , cómo no, también , en no despellejarle, a poco que se levante la mantilla o se apague el cirio o la procesión coja por otra calle. Y es que soy una blasfema y una perdida , ya me conocen, y en estas fechas tan señaladas, que ya se huele a incienso, sin mirra, a mi me da por mirar el ojo ajeno y ver el cirio apagado y medio laxo.
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