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La zarzuela ?La Revoltosa? llega a la capital para derrochar arte y voz

e representará en el Teatro Infanta Leonor, a las 21 horas, el 4 de junio.

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  • Marín y Puig. -
La Compañía Lírica Andaluza pone en escena una de las zarzuelas más castizas y representativas de la vida local del Madrid de finales del siglo XIX, ‘La Revoltosa’, que será representada el próximo 4 de junio, en el Teatro Infanta Leonor, a las 21 horas.

La directora artística de la Compañía y soprano, Alfonsi Marín, y el gerente de la Compañía, Alberto Puig, esperan una “gran respuesta del público jienense”, que cada vez más “se interesa por el género artístico y musical, aunque la respuesta ha sido siempre irregular”.

En este completo y entretenido sainete lírico, alrededor del personaje de Mari Pepa, bella y desenfadada joven que se divierte revolucionado a los vecinos de un típico patio de vecindad, se construye una doble narración.

Por un lado la del juego coral de clásico enredo cómico, y la que sostiene la agitada historia de amor entre Felipe y la protagonista, Mari Pepa, todo ello con una maestría y una frescura que aún en la actualidad sorprende.

La Compañía Lírica Andaluza presenta esta obra con todos los ingredientes que exige su representación. Alfonsi Marín recuerda la presencia en el escenario de “decorados corpóreos y hermosos, orquesta, ballet, cuadro de actores, cantantes solistas.

En definitiva más de 75 profesionales andaluces sobre el escenario, entre los que se encuentran profesionales y amateur jienenses.“Su trama, su colorido, su viveza, su lenguaje escénico y una poderosa musicalidad hacen de esta zarzuela un auténtico espectáculo para todos los públicos”, recordó el gerente de la Compañía, animando así a la asistencia a la representación.

Precedida por su estreno el pasado mes de Febrero en Málaga, a la que asistieron más de 1.000 espectadores a su representación, esperando una “gran acogida”.

Obra de Ruperto Chapí, éste creó “una verdadera obra de arte musical sinfónica y popular, que cautiva desde las primeras notas de su preludio, dando vida a una partitura, en la que lo culto y lo popular se dan de la mano como nunca”, coincidían Alfonsi Marín y Alberto Puig.

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