Sevilla retoma este viernes la normalidad, con el retorno a los colegios y centros lectivos,
tras superar una jornada de aviso naranja y suspensión de clases y actividades de todo tipo que dejó a la
ciudad a medio gas durante buena parte del día y
sin que se registraran
precipitaciones copiosas, aunque sí que hubo
chaparrones considerables, especialmente de
madrugada u ocasionales que no sorprendieron a nadie, tanto a
medio día como ya por la tarde.
De hecho, los
fuertes aguaceros sólo se han registrad
o en determinadas áreas muy localizadas y sólo
Marchena ha destacado, especialmente por la
anegación de la vía del tren, que ha provocado la
interrupción del tráfico del media distancia convencional entre Sevilla y Málaga.
La
tromba, caída ya entrada la tarde y cuando
ya se había desactivado el aviso naranja, ha durado unos
20 minutos, y el agua
ha inundado varias calles y ha entrado en viviendas y negocios, causando además el
balsas en el paso a nivel de la estación de tren, con lo que ha sido cerrado el tráfico ferroviario entre Arahal y Osuna.
Las
lluvias de la capital, según las estaciones de la Aemet, ha dejado
13,4 litros en la zona de Tablada y 12,4 en el aeropuerto, unas precipitaciones menores que las registradas hace dos semanas con la anterior dana.
A pesar de eso,
los ciudadanos se han tomado en serio el aviso meteorológico y en la ciudad se ha notado que los
centros educativos no estaban abiertos, que no había actividad ni en
centros de mayores ni en la gran
mayoría de instituciones ni espacios públicos y que muchas empresas optaron por permitir el
teletrabajo de sus empleados.
De hecho, l
os desplazamientos se han reducido en un 30%, según el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano.
"
A nosotros no nos afecta la dana", decía una camarera con sorna mientras montaba la terraza de un bar en medio de una ciudad en la que sus ciudadanos decidieron minimizar sus salidas a la calle y
sólo trabajadores y turistas iban y venían por la ciudad.
A las
nueve de la noche, el Ayuntamiento
desactivaba el Plan de Preemergencias en su fase 1, tras apenas recibirse incidencias, según Emergencias Sevilla.
La ciudad había
movilizado, según el alcalde, José Luis Sanz,
1.890 efectivos de la Policía Local, los bomberos y Protección Civil para atender cualquier tipo de incidencia.