En la calle tras ser desahuciados de una casa ocupada
Gran despliegue policial en El Torrejón que culmina con Mª Carmen Félix y sus tres hijos sin hogar tras una denuncia del Ayuntamiento
Es el rostro más doloroso de la crisis, la de las familias desahuciadas que, de la noche a la mañana, ven como sus pertenencias pasan a ser mobiliario urbano y como su vivienda deja de tener paredes y techos para convertirse en asfalto y calles donde llueve y hace frío.
Ese rostro tiene nombre, el de Mª Carmen Félix, una mujer de 43 años, vecina de El Torrejón, que ayer vivió en primera persona la desagradable experiencia de un desahucio. Ahora está en la calle con sus tres hijos (un joven de 22 años y dos menores, de 7 y 5 años) y con su pareja, con lo puesto y con todas sus pertenencias en mitad de la nada. No tiene trabajo y sólo cuenta con 400 euros de ingresos, procedentes del salario social de la Junta.
Sobre el por qué de haber llegado a esta situación, como casi siempre, hay dos versiones, la de la afectada y en este caso la del Ayuntamiento, que gestiona este bloque de 46 viviendas sociales en régimen de alquiler en el número 3 de la calle Jazmín (según convenio con la Junta de Andalucía) y que interpuso una denuncia contra Félix y ahora, sentencia en mano, ha hecho efectiva esa orden desahucio.
Para ello contó con un gran despliegue policial ante la amenaza del movimiento 15-M de intentar evitar el desahucio. Pero no pudo ser. Los agentes aparecieron antes de lo previsto y a las 7.45 horas se desencadenaba la tragedia. “Ha sido muy duro ver la imagen de esta madre, en desempleo y sin recursos, en la calle con sus tres hijos”, lamentaban desde el movimiento, además de criticar el despliegue “desmesurado”, tanto de agentes de la Policía Nacional como Local.
Justificación
Sin embargo, desde el Ayuntamiento ven justificado este despliegue. “Pensábamos que iba a haber mucha gente del 15-M para impedir el desahucio, y de hecho, aunque no había tanta gente, pusieron palos en el portal para impedir el acceso y boicotear el desahucio”, explicaba este martes a Viva Huelva el gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda, José Luis Gallardo.
Dos versiones
Sobre las causas del desahucio, Gallardo afirma, y dice que lo puede “demostrar todo”, que Félix accedió a una de las 46 vivienda sociales del edificio en régimen de alquiler en 2008. “Antes recibió ayuda de la empresa municipal hasta que accedió a la vivienda, y a los dos o tres meses dejó de pagar el alquiler”, que ronda los euros. En septiembre de 2010 dejó esa vivienda tras “cederla a otra persona de forma ilegal a cambio de dinero” y ocupó la vivienda de la que ahora ha sido desahuciada por sentencia del juez.
Mª Carmen Félix asegura a Viva Huelva que “todo es mentira”, y que ha pagado “siempre que he podido”. Asimismo, afirma que abandonó el anterior piso porque iba a ser desahuciada y “tenía miedo de que Asuntos Sociales me quitara a los niños”. Por eso ocupó la otra vivienda, “porque estaba vacía y tenía que vivir en algún sitio”.
Los niños, escondidos
Por ese miedo a que le arrebatasen a sus hijos, ayer los escondió rápidamente en casa de una vecina mientras desalojaban de la vivienda todos sus enseres. Por el momento, los niños dormirán en casa de una amiga, y ella y su pareja “ya veremos que hacemos”. En el centro social El Torrejón del Ayuntamiento le han ofrecido la posibilidad de acudir al albergue, pero ella se mantiene firme: “Si han dejado mis cosas en la calle, es que allí pueden estar, así que eso es lo que haremos, estar en la calle y cumplir la ley, a ver si así están más felices en el Ayuntamiento”. Solo piensa en hoy. Mañana, “ya se verá”.
Ese rostro tiene nombre, el de Mª Carmen Félix, una mujer de 43 años, vecina de El Torrejón, que ayer vivió en primera persona la desagradable experiencia de un desahucio. Ahora está en la calle con sus tres hijos (un joven de 22 años y dos menores, de 7 y 5 años) y con su pareja, con lo puesto y con todas sus pertenencias en mitad de la nada. No tiene trabajo y sólo cuenta con 400 euros de ingresos, procedentes del salario social de la Junta.
Sobre el por qué de haber llegado a esta situación, como casi siempre, hay dos versiones, la de la afectada y en este caso la del Ayuntamiento, que gestiona este bloque de 46 viviendas sociales en régimen de alquiler en el número 3 de la calle Jazmín (según convenio con la Junta de Andalucía) y que interpuso una denuncia contra Félix y ahora, sentencia en mano, ha hecho efectiva esa orden desahucio.
Para ello contó con un gran despliegue policial ante la amenaza del movimiento 15-M de intentar evitar el desahucio. Pero no pudo ser. Los agentes aparecieron antes de lo previsto y a las 7.45 horas se desencadenaba la tragedia. “Ha sido muy duro ver la imagen de esta madre, en desempleo y sin recursos, en la calle con sus tres hijos”, lamentaban desde el movimiento, además de criticar el despliegue “desmesurado”, tanto de agentes de la Policía Nacional como Local.
Justificación
Sin embargo, desde el Ayuntamiento ven justificado este despliegue. “Pensábamos que iba a haber mucha gente del 15-M para impedir el desahucio, y de hecho, aunque no había tanta gente, pusieron palos en el portal para impedir el acceso y boicotear el desahucio”, explicaba este martes a Viva Huelva el gerente de la Empresa Municipal de la Vivienda, José Luis Gallardo.
Dos versiones
Sobre las causas del desahucio, Gallardo afirma, y dice que lo puede “demostrar todo”, que Félix accedió a una de las 46 vivienda sociales del edificio en régimen de alquiler en 2008. “Antes recibió ayuda de la empresa municipal hasta que accedió a la vivienda, y a los dos o tres meses dejó de pagar el alquiler”, que ronda los euros. En septiembre de 2010 dejó esa vivienda tras “cederla a otra persona de forma ilegal a cambio de dinero” y ocupó la vivienda de la que ahora ha sido desahuciada por sentencia del juez.
Mª Carmen Félix asegura a Viva Huelva que “todo es mentira”, y que ha pagado “siempre que he podido”. Asimismo, afirma que abandonó el anterior piso porque iba a ser desahuciada y “tenía miedo de que Asuntos Sociales me quitara a los niños”. Por eso ocupó la otra vivienda, “porque estaba vacía y tenía que vivir en algún sitio”.
Los niños, escondidos
Por ese miedo a que le arrebatasen a sus hijos, ayer los escondió rápidamente en casa de una vecina mientras desalojaban de la vivienda todos sus enseres. Por el momento, los niños dormirán en casa de una amiga, y ella y su pareja “ya veremos que hacemos”. En el centro social El Torrejón del Ayuntamiento le han ofrecido la posibilidad de acudir al albergue, pero ella se mantiene firme: “Si han dejado mis cosas en la calle, es que allí pueden estar, así que eso es lo que haremos, estar en la calle y cumplir la ley, a ver si así están más felices en el Ayuntamiento”. Solo piensa en hoy. Mañana, “ya se verá”.
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