Desde que el ocurriera el suceso, que ha sido investigado por la Policía Científica y Forense, se ha tomado declaración a los padres, se han hecho peritajes en la vivienda y todo hace pensar que se trata de una caída accidental, aunque la última palabra la tendrá el forense y el titular del juzgado al que se han trasladado los hechos.
El aviso a la autoridad judicial, según han informado las fuentes, forma parte del protocolo fijado para las muertes que se hayan producido con algún tipo de violencia, como es el caso, aunque desde la Policía Nacional ven bastante probable que el caso se archive sin que se produzcan vinculaciones con terceras personas.
Los hechos ocurrieron sobre las 10,00 horas del pasado sábado, cuando un particular alertó de que un niño de once años se había precipitado desde una sexta planta hacia el suelo en un edificio de la calle Nécora de la capital granadina.
Al lugar se desplazaron la Policía Nacional, Policía Local y servicios sanitarios, que confirmaron el fallecido del menor en el acto como consecuencia de la caída. Asimismo, efectivos del Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Desastres (Giped) acudieron a prestar asistencia a los padres del menor.