Un grupo formado por unos 40 vecinos del barrio ayamontino del Canto de la Villa, pertenecientes a la AAVV ‘Rotonda La Familia’, han iniciado este miércoles cortes periódicos de tráfico en la avenida de la Constitución, una de las principales arterias de la ciudad fronteriza, concretamente a la altura de la ‘Rotonda La Familia’, en protesta por la construcción de una gasolinera justo en ese punto del municipio, cuyas obras ya están iniciadas, aunque paralizadas desde hace ya más de un mes por orden del Ayuntamiento.
El corte, que afectó al tráfico de la localidad por un periodo de unos 20 minutos, transcurrió con normalidad, salvo el rifi rafe que los vecinos mantuvieron con un conductor que se saltó el bloqueo arremetiendo con su vehículo contra algunos de los manifestantes, lo cual dio lugar a que se viviesen momentos de cierta tensión.
Según Luis Cascos, portavoz de la asociación vecinal que inició las protestas contra la instalación de esta gasolinera hace ya varios meses, “pese a que la obra sigue parada, el Ayuntamiento nos ha notificado por escrito y de forma muy ambigua que ésta va a ser reiniciada tras haber desestimado las alegaciones que contra la gasolinera hemos presentado”. “De hecho –prosiguió- esta misma semana hemos podido ver como técnicos de Endesa han instalado en la misma los contadores de la luz, lo cual no entendemos si está paralizada”.
Cascos aseguró en este sentido que “vamos a luchar hasta el final para que no se cometa este atropello en la zona por parte del Consistorio y hasta que consigamos la nulidad total de la licencia de obra para la construcción de una gasolinera o sea sustituida por un área comercial o un parque infantil”. Cascos también anunció que el defensor del Pueblo Andaluz ha admitido a trámite la queja que contra la construcción de la gasolinera ha interpuesto recientemente la asociación de vecinos.
El pasado 18 de julio los vecinos del Canto de la Villa protagonizaron una marcha por las principales calles de la localidad para protestar por este mismo motivo ya que según explicaron, se trata de una infraestructura que estará ubicada “a escasos 13 metros de algunas viviendas”. Del mismo modo también llevaron a pleno el pasado 4 de junio una moción avalada por 1.267 firmas, que “salió adelante con el respaldo de todos los partidos políticos de la oposición”.
Otros argumentos esgrimidos por los vecinos para posicionarse contra la construcción de la gasolinera son “los 23 metros que la separan de una Escuela de Idiomas a la que acuden unos 200 menores; la ubicación a escasos dos metros de unas llaves de Gas Natural y a 25 de un transformador de Endesa; y porque además se construye en un solar destinado en principio a locales comerciales. Los vecinos también alegan el “caos circulatorio que se va a producir en toda la ciudad”, y más concretamente en una zona “que ya sufre muchos problemas de atascos”.
Según datos del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, el nuevo establecimiento supondría la sexta gasolinera ubicada en el término municipal de Ayamonte, y la cuarta emplazada en el casco urbano, en un municipio al que acuden diariamente a repostar cientos de portugueses procedentes de las localidades lusas más cercanas al puente internacional del Guadiana atraídos por el mejor precio del combustible en nuestro país. El proyecto, promovido por la empresa Benzina Transport i Petroli, S.L.U., contempla la instalación de una estación de servicio y un supermercado ‘low cost’.
Según anunció el propio alcalde en el pleno donde se aprobó la moción presentada por los vecinos, las obras de la gasolinera fueron suspendidas cautelarmente (y lo siguen estando) en espera del periodo de alegaciones abierto tras el recurso de reposición que contra la misma presentaron los propios vecinos.
El equipo de Gobierno dejó entonces claro que durante la tramitación del proyecto el Ayuntamiento ha cumplido con todos los requisitos legales, siendo la propia empresa la que eligió la parcela para construir la gasolinera. No obstante, el alcalde se mostró abierto al diálogo tanto con la empresa como con los propios vecinos a la hora de buscar una solución, que podría pasar incluso por un cambio de ubicación del proyecto. En este sentido añadió “si la empresa se muestra dispuesta a dialogar sería fantástico, pero si no, y le asiste la ley, no puedo hacer lo que me apetece, sino lo que marque la propia ley”.
