Conocida la afición al fútbol que hay en España, uno tenía constancia de los integrantes del Comité de los partidos que se ganan desde la barra del bar. Usted me entiende, y si no es así, aquí está uno para explicarlo, gracias, de nada. Cada domingo nuestros bares se llenan de aficionados, y en el aire dejan las explicaciones más peregrinas sobre cómo ganar un encuentro futbolístico, a quién tiene que poner el entrenador Mourinho o cómo debe jugar el central del equipo.
Con la llegada de la crisis económica, hemos ampliado el plantel de expertos y el área temática, y no sólo se habla del pelotín patrio. Vaya, somos más versátiles, que diría el cursi. Ahora, más que nunca, el más 'echao
p´alante' coge la tiza, se sube al estrado, y nos explica los vaivenes de la economía:
--La culpa de todo la tiene Alemania...
--No, yo diría que las entidades financieras y los políticos.
0ye, te estás olvidadando de los mercados...
Su habitat natural es la plaza, el bar, las tertulias de radio y televisión... España necesita soluciones, y ahí están ellos, miembros del Servicio 24 horas sobre cómo arreglar el país. Son profesores de universidad, profesores de Economía Aplicada, directivos de medios informativos y, en alguna tertulia televisiva, incluso, veo a algún famoso ex-director bancario que ha pasado algún tiempo en el trullo por llevárselo calentito.
Me lo digo: hay que escuchar las opiniones de prestigiosos expertos, y si son directores de medios de comunicación y reconocidos periodistas, mucho más: hablan por experiencia; ellos han sabido arreglar sus casas, pienso con ironía. Ojo al dato que diría El Butanito en sus mejores tiempos: la profesión periodística ha perdido desde 2008 más de 8000 empleos por el azote de la crisis económica. Paradojas de la vida, el director de un conocido periódico ha llegado a decir en una tertulia televisiva nocturna: “¿Crisis en España? ¡Esto lo arreglo yo en dos tardes!”. El periódico -su casa -, está envuelto en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), y el buen hombre, sin ruborizarse, se postulaba para solucionar los problemas del país.
Por desgracia, las dos tardes han pasado, y hasta una semana, y la crisis tiene rostros, nombres propios, historias personales. En el barrio granadino de La Chana, José Miguel, de 54 años, de profesión quiosquero, se ha ahorcado porque iba a perder su vivienda, al no poder pagar la hipoteca. En Bujassot (Valencia), Manuel, un padre de familia de 50 años se ha tirado por el balcón de su casa -está grave en el hospital-, porque le amenazaban también con un desahucio. Mientras, los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) hacen a más de uno tiritar de frío porque, de momento, no hay abrigo para la esperanza: uno de cada cuatro trabajadores está en paro. El número de desempleados llega ya a los 5.778.000.
Crece la lista del paro, y también los especialistas del Servicio 24 horas sobre cómo arreglar el país. Ahora comprendo cuánta razón llevaba Rodriguez Zapatero, otro fontanero arreglatodo, que le dijo a su mujer, Sonsoles Espinosa, que cualquier español podría ser presidente del Gobierno. Pozí...¿No se lo cree usted ?Mire a su alrededor. Tómese un cafelito en el bar, escuche las tertulias de radio y televisión...