Según defendió el equipo de Gobierno, "mientras el coste de vida sube, según las estimaciones del Gobierno central, desde el Ayuntamiento se actualizarán las tasas municipales por debajo de esa subida, lo que supondrá un ahorro para el ciudadano".
Según el edil de Hacienda, José Blas Fernández, esta gestión eficaz y consecuente con el ciudadano se pone de manifiesto si se compara lo que va a ocurrir en ciudades de la provincia como Jerez (4,5 por ciento), Chiclana (cinco por ciento), así como en otras capitales de provincia tales como Sevilla (cinco por ciento)", por lo que "se pone de manifiesto quién es el que baja los impuestos, y quién se preocupa por el bolsillo de los ciudadanos".
En cuanto a la subida del cuatro por ciento, "por debajo siempre del IPC", se encuentran las tasas de agua, autobuses, licencias urbanísticas, de apertura, de taxis, de extinción de incendio, de servicios de mercado, de tenencia de animales, y de apertura de zanjas, entre otras.
Asimismo, Fernández indicó que otro de los tributos municipales que también se adaptará por debajo del IPC será el impuesto de vehículos, que "tan sólo subirá un dos por ciento", mientras que "no suben, sin embargo, el incremento del valor de los terrenos, es decir, las plusvalías, el impuesto de construcciones y la tasa de expedición de licencias de obras".
Finalmente, recordó que "como ya se anunció", se congelarán los sueldos de los concejales y otros gastos no esenciales de servicio público, por lo que "no subirán un solo euro, ni tan siquiera se adecuarán al IPC".
