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Semana de júbilo

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La Bolsa española ha vivido una semana extraordinaria, la mejor del año. El Ibex ha ganado un 7% y se ha acercado a los 7.450 puntos. Este oasis se ha producido por el sector bancario, principalmente, donde han mejorado las expectativas. Sin embargo, el bajo volumen sigue pesando como una losa. Unos siguen pensando que no se ha visto el suelo y otros quieren ver que lo peor podría haber pasado ya.

La realidad es que no hay nada cierto. La economía española no sólo no da síntomas de mejora alguna y tampoco en EEUU las tienen todas consigo. Muy al contrario, allí se cree que antes de ver una mejora habrá que empeorar. Los bancos no acaban de reflejar aún toda la verdad de su situación y los planes millonarios de rescate no se traducen en confianza.

La situación del sistema financiero español comienza a acusar la morosidad insoportable. Las cajas de ahorro van a comenzar a desfilar y se aproximan malos datos a la que habrá que hacer frente. Esto podría tener solución. Si hiciéramos caso a Solbes, un día tendríamos encima de la mesa la vía de la recapitalización y otro la de dejar caer a los que no son viables.

De esta forma es muy difícil tener confianza y creer que este gobierno está afrontando la crisis. Y lo mismo ocurre con la situación de la economía real. No se ve un plan serio, con ideas pensadas y coordinadas. Se está esperando a la reunión de abril como si desde fuera nos vinieran a solucionar nuestros problemas. Los parados aumentan y los cierres empresariales se multiplican. Cada vez son más los que piden ayuda y el dinero, gastado a espuertas en medidas ineficaces, es escaso o tan caro que nos pasará factura.

El Nobel de Economía, Krugman, asegura que el camino para España va a ser muy doloroso y que en el mejor escenario, el ajuste durará cinco años. ¿En qué piensa Zapatero? ¿A qué se dedica el Gobierno? Hay que distribuir los sacrificios y acometer reformas que modernicen el país y lo preparen para cuando la recuperación se inicie en otros países. En lugar de seguir preguntándose quién tiene la culpa de la crisis, trabajen, que para eso les pagamos.

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