El Gobierno del presidente Barack Obama ha advertido este viernes al Congreso de Estados Unidos que podría comenzar a incumplir los pagos de sus deudas poco después del 27 de febrero si los legisladores no aumentan el límite de endeudamiento de la administración federal.
En una carta dirigida a los líderes del Congreso, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, ha dicho que las medidas de contabilidad que buscan evitar una suspensión de pagos sólo lograrían una aumentar el plazo en unas tres semanas.
El Ejecutivo anticipa que para el 27 de febrero, cuando se agoten las medidas de contabilidad, tendrá apenas 50.000 millones de dólares en efectivo y deberá depender de ellos y los ingresos que reciba para pagar sus cuentas.
"El dinero no duraría mucho tiempo", ha añadido Lew, que insiste en que, de esta forma, sería "imposible para Estados Unidos cumplir con todas sus obligaciones". "Cualquier balance de efectivo previsible se agotaría rápidamente", ha apostillado.
En Estados Unidos, el Congreso y el presidente autorizan gastos, pero deben aprobar por separado el suficiente endeudamiento para pagar sus cuentas, que incluyen desde las pensiones de programas de seguridad social a pagos de intereses de la deuda del gobierno federal.
Desde el 2011, los legisladores se han mostrado contrarios a aumentar el límite de endeudamiento, en medio de un debate en Washington sobre la salud fiscal a largo plazo del Gobierno, con demócratas y republicanos enfrentados sobre la necesidad de aumentar los impuestos o aplicar recortes al gasto.
En su carta, Lew ha incidido en que la incertidumbre en torno al tamaño de las devoluciones de impuestos hacen difícil saber exactamente cuánto dinero quedará en las arcas del Estado a fin de mes. "Pido respetuosamente al Congreso que actúe con la mayor rapidez posible para elevar el límite de la deuda", ha sentenciado.