“Emaús, Obra de Amor. Ayúdanos a ayudar”. Ese es el lema del Hogar San José Emaús, del Comedor Social Emaús, que, para paliar en lo posible la extrema necesidad alimenticia en la que se veían tantas personas carentes de medios, nació en Torremolinos hace más de tres lustros. La benéfica obra alcanzó pronto a otros lugares. Así, hoy día existen comedores sociales de Emaús en cinco poblaciones, tres malagueñas y dos granadinas. Mas no se detuvo aquí la Obra; en su día se extendió, a través de los conocidos como Proyectos Internacionales de Emaús, a siete países africanos que precisaban urgente ayuda humanitaria, entre ellos Kenia, Etiopía, Uganda y Chad. La Obra de Amor Emaús funciona gracias a contribuciones voluntarias, tanto monetarias como de alimentos, ropas, utillaje y, sobre todo, gracias a la ayuda personal y el esfuerzo de voluntarios y voluntarias que de buena gana se ofrecen cada día.
El Comedor Social Emaús, que tiene su sede central en Torremolinos, Calle Cruz, número 5, en pleno centro de la ciudad, ha repartido, desde la inauguración del primer comedor en enero de 1997 hasta septiembre de este año 2012, más de dos millones de comidas entre los necesitados. Se trata de tres comidas diarias, para cerca de quinientas personas por día, consistente en: un desayuno caliente por la mañana; el almuerzo del mediodía, con dos platos calientes variados y postre; y para la cena, una bolsa con un bocadillo y fruta, ya que el Comedor, atendido por voluntarios (cuya enumeración es larga) y empleados (que aportan a su cotidiano trabajo más tiempo del habitual en una jornada laboral), se obliga a cerrar sus puertas pasada la media tarde.
Los domingos no abre el Comedor, pero los acogidos reciben en la tarde del sábado la consiguiente bolsa de viandas para todo el día dominical. La excelente calidad de las comidas que sirve el Comedor Social Emaús poco tiene que envidiar a la de los mejores restaurantes. Lo mismo aplica a la cantidad, que deja plenamente satisfecho al más exigente comensal.
El Hogar San José Emaús de Torremolinos fue fundado por un grupo de voluntarios dirigidos por Antonio Abril de Toledo, que rige la caritativa fundación a día de hoy. En aquel primer año únicamente se preparaban doce menús diarios, según las contribuciones que se recaudaban. Hoy aquella cifra se ha multiplicado con creces, gracias a las aportaciones de los ayuntamientos de Torremolinos, Málaga, Estepona, Antequera, Velez Málaga, Granada, Guadix y Baza. Asimismo colaboran entidades como: Junta de Andalucía, Cruz Roja, Club de Leones, Banco de Alimentos Bancosol de Málaga, Carrefour de Torremolinos y Estepona, BBVA, Caixa, Caja Granada, PSOE de Guadix y un incontable número de empresas, autónomos y particulares de corazón siempre dispuesto a cooperar incondicionalmente. Se cuentan en la actualidad 184 socios bienhechores.
Además del comedor de Torremolinos, Emaús atiende otros cuatro comedores sociales, a saber, los de Baza y Guadix, en Granada, y los de Estepona y Antequera, en Málaga, el último abierto en diciembre del 2012. Asimismo está en proyecto la apertura de un sexto comedor en Vélez Málaga.
Para que el lector se haga una idea de los auténticos milagros culinarios que el Comedor Social Emaús realiza, baste decir que, con solamente 15 euros que aportemos al mes, damos de comer a una persona durante toda una semana. Y hablamos del desayuno, la comida y la cena. Pero las personas necesitadas no solamente disfrutan del alimento, también de compañerismo y distracción sana en el acogedor salón del Hogar San José Emaús de Torremolinos, así como en el resto de las sedes de los comedores.
Para una información más amplia sobre esta gran Obra que traspasa las fronteras malagueñas, remitimos al lector a la publicación trimestral “Compartir solidario”, que edita la propia organización de Emaús.
SONETO A LOS VOLUNTARIOS
DE LA FUNDACION EMAÚS
(Poema de Jesús Antonio San Martín)
Fundación Emaús, que los deberes
del amor hacia el prójimo sublimas
y el calor de tu hogar no le escatimas…
¡Noble séquito de hombres y mujeres!
Comedor de loables menesteres,
que del pobre miseria y llanto limas
y su humilde persona bien estimas,
sin llevar en tu cuenta sus ayeres.
En tus mesas, rendidos corazones
-por la vida cruelmente maltratados-
agradecen las magnas atenciones
con que son, con largueza, dispensados.
¡Voluntarios que dais de vuestros dones,
merecéis de honra y gloria ser colmados!
(Del libro “Torremolinos, mi sol, mi amor”)