Cartaya ha arropado este domingo a la Virgen de Consolación en su tradicional procesión de ‘Bajada’ desde su ermita hasta la Parroquia de San Pedro Apóstol.
Entre el repicar de las campanas y el estruendo de los cohetes, la Virgen de Consolación salió de su ermita tras la misa que antes sus fieles ofició el párroco de la localidad, Manuel Domínguez Lepe, y a hombros de quienes la pujaron y se quedaron con sus maniguetas el año pasado tras la procesión de subida.
La Virgen fue acompañada en su tradicional procesionar por la Banda del Ateneo Musical de Cartaya, por los miembros de la junta de gobierno de la hermandad y por cientos de fieles. No ha faltado a la cita este año representantes de la hermandad homónima de la localidad sevillana de Carrión de los Céspedes. El recorrido fue el tradicional por las calles Santa María de Consolación, De la Plaza y Plaza Redonda, cuyos vecinos, como es habitual, engalanaron sus fachadas y balcones.
No obstante la Hermandad de Consolación inició sus cultos el viernes, con el emotivo traslado de la imagen de la Virgen desde el altar de la ermita de su mismo nombre, hasta el paso. Fue como siempre un entrañable acto, que estuvo precedido por el rezo del Santo Rosario. Posteriormente la Virgen fue portada en andas por el interior de le ermita desde su altar hasta el coro, donde fue entronizada en su paso procesional mientras sonaban los Gozos de la Virgen de Consolación, escritos por el Venerable Padre Contreras en el siglo XVIII y recuperados por la hermandad el año pasado. Portaron las andas, como es tradicional, los cartayeros que pujaron las maniguetas en la procesión de ‘Subida’ del año pasado, e intervino el grupo de cámara Santa Cecilia de Sevilla. El acto fue presentado por la hermana Cristina Rodríguez Domínguez.
La jornada del sábado fue más festiva y numerosos cartayeros participaron tanto en la II Velá en le Ermita en honor de la Virgen, como en el resto de actividades paralelas como fueron la peregrinación con el Simpecado de la Virgen desde la Parroquia de San Pedro Apóstol hasta la ermita de Consolación, como en la II Ruta Gastronómica Ecuestre.