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¿El 11-S del 2001, en las cuartetas de Nostradamus?

Partiendo de la base de que los siete meses que se aplican a 1999 son enfáticos, resultado de multiplicar 7 por la cifra enfática 3, resulta que a partir de Diciembre de 1999, 21 meses nos llevan sorprendentemente a Septiembre de 2001, en cuyo día 11 tuvo lugar la hecatombe.

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    Michel de Notre Dame (Nostradamus), nacido en Saint Remy de Provence (Francia) en 1503 y fallecido en 1566, escribió, entre otros, su libro “Profecías”, en el que inserta diez centurias, cada una de ellas de cien cuartetas o grupos de cuatro versos consonantes -ello en la versión original francesa, pues las consonancias se diluyen al traducir a otros idiomas-, excepto la centuria VII que solamente la componen cuarenta y dos cuartetas. Las cuartetas de Nostradamus se interpretan o se creen interpretar como profecías de corto, medio y largo alcance.

 

  Muchos lectores estiman que los aparentes aciertos históricos del mencionado libro de ‘Profecías’ nostradámicas no son más que simple casualidad. Sea lo que fuere, en las cuartetas 72 y 74 de la centuria décima se encuentran sorprendentes paralelismos con los acontecimientos del 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York, lo cual no significa que reconozcamos la hipotética dimensión profética de Nostradamus. Puede, efectivamente, tratarse de una de tantas casualidades. Se dice que Nostradamus lanzó a voleo tantas frases de corte profético, que es evidente que en algunas de ellas acierte.


 

   La cuarteta 72 de la centuria X dice textualmente (traducida al castellano): “El año mil novecientos noventa y nueve siete meses, / del cielo arribará un gran rey de horror; / resucitar el gran rey de Angolmois, / antes después Marte reinar por felicidad”. Todos los intérpretes de Nostradamus han entendido que ‘el año mil novecientos noventa y nueve siete meses’ se refiere al mes de Julio de 1999. Dado que en tal fecha no se vio que del cielo arribara ‘un gran rey de horror’, se dio por hecho que Nostradamus se había equivocado. No pretendemos aquí afirmar o negar nada. Simplemente exponemos lo que nos parece más que curioso con respecto a esta cuarteta 72 y a la 74 que analizamos posteriormente.

  

 Nos da por pensar que con la expresión ‘siete meses’ Nostradamus pudo en realidad referirse a ‘siete meses enfáticos’ o, lo que es lo mismo, siete meses multiplicados por tres, que es el número con el que habitualmente se da énfasis completo a algo. Quiere decir que siete meses enfáticos equivaldrían a tres veces siete meses o 21 meses (7 x 3). Podemos entender entonces los dos primeros versos de la cuarteta 72 de la siguiente manera: ‘Transcurrido el año 1999 y alcanzados posteriormente siete meses enfáticos o 21 meses literales, dentro de ese mes 21 vendrá del cielo un gran rey de horror’.

 

   La presumible coincidencia es que, si a Diciembre de 1999 le añadimos 21 meses, nos plantamos justamente en Septiembre del 2001. En ese mismo mes, el día 11, ‘del cielo vino un gran rey de horror’; o sea, el mundo vio en las pantallas de televisión cómo unos aviones impactaban con el mayor de los horrores contra las Torres Gemelas, generando miles de muertos. Es curioso que las cifras de la cuarteta 72 sumen 9, como si se quisiera indicar que el luctuoso hecho acaecería en una fecha 9, en este caso el mes 9, correspondiente a Septiembre.   

 

   El tercer verso de la cuarteta 72 habla de ‘resucitar el gran rey de Angolmois’. Algunos intérpretes de Nostradamus entienden que la palabra ‘Angolmois’ es un retruécano de ‘mogol’ y pudiera referirse al ‘Gran Mogol’, que era el soberano de una dinastía musulmana y guerrera de la India. Como el cuarto verso de la cuarteta indica que ‘antes después Marte reinar por felicidad’, ambos versos, tercero y cuarto, pudieran referirse a que la aparición en los cielos físicos del gran rey de horror suscitaría guerras, ya que Marte, nombre que aparece en la cuarteta, es el dios de la guerra. Es precisamente lo que ha sucedido tras los acontecimientos del 11-S.    

 

    Estados Unidos invadió primero Afganistán y después Irak. Otros países del Medio oriente están en el punto de mira, como Siria e Irán. ¿Sitúan las naciones occidentales al temible Angolmois o gran rey de horror en los países musulmanes? Respecto al cuarto verso, éste pudiera disponerse así: ‘Antes Marte reinar, después por felicidad’. Esta lectura daría a entender que después de que Marte reinara o que cesaran las guerras con países orientales, vendría la correspondiente época de paz, que pudiera ser ficticia, pues sería época de felicidad solamente para los vencedores.   

 

   La cuarteta 74 de la centuria X reza: “Con el cumplimiento del gran número séptimo / aparecerán en el tiempo juegos de hecatombe, / no alejados de la gran edad milésima, / que los entrados saldrán de sus tumbas”. Ya hemos indicado que las cifras de la cuarteta 72 suman 9 y que este 9 pudiera guardar relación con el mes 9 o Septiembre. En la cuarteta 74 nos encontramos con algo similar. Sus cifras suman 11 y pudieran indicar una fecha, en este caso el día del mes. Cuartetas 72 y 74 pudieran interpretarse como referidas al día 11 del mes 9, aunque sea una suposición demasiado traída por los pelos. Pero no deja de ser curiosa, dado que además los textos versificados vienen a encajar con cierta pasmosa exactitud con los acontecimientos. 

  

 Analicemos someramente la referida cuarteta 74. El primer verso dice: “Con el cumplimiento del gran número séptimo”. El gran número séptimo bien puede referirse al séptimo milenio de la Historia, que es en el que se supone que hemos entrado a partir del año 2001. El tercer verso parece ser complemento del primero. Dice: “No alejados de la gran edad milésima”. Pudiera interpretarse como ‘no lejos del comienzo de la séptima edad milésima’.

 

   El segundo verso de la cuarteta 74 especifica que ‘aparecerán en el tiempo juegos de hecatombe’. El diccionario define la palabra ‘hecatombe’ como ‘el sacrificio de cien bueyes u otras víctimas que hacían los antiguos paganos a sus dioses’. Por extensión también lo define como ‘cualquier sacrificio solemne en que es crecido el número de víctimas, aunque no lleguen a ciento o excedan de este número’. Y en sentido figurado también lo define como ‘gran mortandad de personas’. En este sentido, los atentados de Nueva York supusieron una auténtica hecatombe. En realidad ésta se describe como ‘la reina de las hecatombes’. De ahí que estas barbaries se consideren como crueles ‘juegos de hecatombe’.    

 

    El verso cuarto de la cuarteta que nos ocupa dice ‘que los entrados saldrán de sus tumbas’. El verso puede entenderse de la siguiente manera: Los ‘entrados’ en los edificios de las Torres Gemelas de Nueva York, es decir, los miles de personas que entraron a trabajar en dichos titánicos inmuebles en la mañana del 11 de Septiembre, ‘salieron de sus tumbas’ o, lo que pudiera ser lo mismo, fueron rescatados sus cadáveres -no todos, por supuesto- de los edificios que les sirvieron de tumba.   

 

  En resumen, que el verso primero de la cuarteta 72, al hablar de ‘el año mil novecientos noventa y nueve siete meses’ pudiera referirse a que los siete meses son enfáticos y constituirían en realidad 21 meses, resultado de multiplicar 7 por la enfática cifra 3. Si a diciembre de 1999 le añadimos 21 meses, el mes 21 cae en Septiembre de 2001. El día 11 vimos llegar del cielo ‘un gran rey de horror’, es decir, los aviones que impactaron en las Torres Gemelas. Tales atentados supusieron el inicio de una serie de escaramuzas bélicas de occidente contra países medio orientales. Y el verso primero de la cuarteta 74 especifica que los hechos, verdaderos juegos de hecatombe, acaecerían al iniciarse la edad séptima o séptimo milenio histórico. Todo ello no deja de hacernos pensar en aquel nefasto 11 de Septiembre de 2001.  

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