La obra presenta numerosas intervenciones. La principal, la fijación del estandarte a un soporte de tejido rojo, al que fue cosido con numerosas costuras o bastillas de color rojo o amarillo. Muchas de estas se encuentran directamente sobre el tejido rojo, debido a la pérdida del tejido original.
El proyecto redactado por el Centro de Intervención en el Patrimonio Histórico del IAPH ha permitido constatar que la obra original presenta un grado alto de pérdidas tanto en los bordes como en la zona central, de modo que no se conservan la mayoría de los elementos decorativos de castillos y leones. Los tejidos que quedan están frágiles y quebradizos, con roturas, hilos sueltos y deformaciones. El tejido de refuerzo rojo muestra, también, pérdidas que se localizan principalmente en los bordes de todo el contorno, distorsionando la forma original. Los tejidos se encuentran muy deformados, con marcados pliegues en toda la superficie, que del mismo modo afectan al tejido más antiguo.
La alteración que presenta se debe a los agentes de deterioro externos, como suciedad y medio ambientales –cambios bruscos de temperatura y humedad-, a los que hay que añadir una inadecuada manipulación y un sistema de almacenaje inapropiado.
La propuesta de intervención por parte del IAPH se ha formulado a partir de criterios meramente conservativos, eliminando sólo aquellas actuaciones anteriores que afecten a la integridad física de la obra, sin reposición de materiales ni cambios en los mismos. La metodología de trabajo se basa en la investigación previa y de seguimiento de la intervención, tanto a nivel histórico-artístico como técnico y analítico. El estudio técnico de la obra recoge el tipo de construcción interna de los tejidos, así como la técnica o técnicas de ejecución de las distintas telas constitutivas y del conjunto de la obra. El examen analítico permite la identificación de los materiales, fibras y tintes, así como del estado de conservación. El examen previo técnico y analítico aporta datos de interés histórico, así como precisar los procesos de tratamientos más adecuados para la intervención.
Seguidamente, se estudiará la posibilidad de eliminar las deformaciones que presenta por medio de vapor frío y controlando la alineación de las telas por medio de peso. Debido a que el tejido original se adapta a las deformaciones del soporte rojo, no será necesario eliminar la mayoría de zurcidos, salvo zonas donde éstos impidan la alineación y fijación de los hilos sueltos de la tela. Eliminadas las deformaciones, se preparará la obra para su consolidación total con un soporte, al que se fijarán todas las roturas y lagunas del tejido original y de refuerzo, para evitar que se extienda más este tipo de alteración.
La obra, finalmente, será protegida con una tela semitransparente que permita la visión de los tejidos originales y de la intervención realizada, además de servir para la reintegración cromática del conjunto.