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La burrá

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El otro día estaba dando un repaso a los canales del televisor y de repente sale María del Monte andando como si fuera a horcajadas, por mitad del campo. Era un anuncio de un programa que venía a llamarse, algo así, como “La Pará del Camino”, o parecido, que no entendí muy bien, pero supongo que hacía referencia a la romería de El Rocío. Más allá de la estampa agreste que fue lo que me llamó la atención, la verdad, jamás había oído yo hablar de eso de “la pará”, que supongo que querría decir “parada”. Seguramente otra deformación del lenguaje como la que lleva de “madrugada” a “madrugá”. Las cosas de Canal Sur, que no cesa en su afán de promocionar una Andalucía, que desde luego existe, pero que por ejemplo, no es la mía. Evidentemente, yo, que soy de Jaén, y por tanto, nacido en Andalucía, soy tan andaluz como un sevillano de la más honda raigambre trianera, o tan andaluz como un gaditano o un jerezano. Lo que no alcanzo a entender es el porqué de esa monolítica visión de Andalucía que promueve la radiotelevisión andaluza, solo parcial, y de allende el valle del Guadalquivir. Esas locuciones, con esos acentos tan marcados de la Andalucía occidental, esa programación, tan enfocada a aquel gusto musical… Ciertamente, esta Andalucía cañí que jalean a todas horas, no deja de recordarme a aquella Televisión Española de hace cuarenta o cincuenta años, que nos ponía a Carmen Sevilla anunciando televisores. El relego que hacen desde la tele pública autonómica de la otra Andalucía, es además, una desconsideración a los que, igualmente andaluces, como los de Jaén, Granada o Almería, no tenemos ni tanta “grasia” ni tanta “arte”, que por cierto, ni falta que nos hacen. Por otra parte, tanto ahondar en el tópico de lo que “debe de ser” lo andaluz, es contribuir negativamente a esa visión de la Andalucía del flamenco y la gitana, que, sin ser nada malo, no recoge todo lo que es su riqueza y su diversidad. Toreros, gitanas, folclóricas, rebujitos, Sevilla, el arte y el duende, muy bien. Pero también chirris, pastiras, y hasta un poco de malafollá también, que para pronunciarse parecido, no se oye tanto como la madrugá, y ahora, la pará. En fin, que dar de lado a la otra Andalucía, me parece una “burrá”.

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