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Acento andaluz

Lledó, Patrimonio andaluz y sevillano

Sus reflexiones sobre educación, la crisis de valores o la ignorancia expansiva en la política son radiografías certeras del empobrecimiento intelectual actual

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Ávido me confieso de escuchar hoy el discurso que Emilio Lledó diserte cuando sea nombrado hijo predilecto de la ciudad de Sevilla. Sus reflexiones sobre la educación, la crisis de valores, la trivialización del esfuerzo o la ignorancia expansiva en la política son radiografías certeras del empobrecimiento intelectual de la sociedad de hoy en día. Imagino que a la inmensa sabiduría ilustrada de este reputado filósofo, a buen seguro le añadirá el sentimiento de sus recuerdos de infancia en el barrio de Triana donde nació, y de su adolescencia en el patio de la casa de su madrina en Salteras donde pasaba largas temperadas respirando el olor a jazmín que nunca le abandonó.
Con todo, -como ya detallé en la columna del 29 de febrero que titulé ‘El hijo pródigo’-, el profesor Lledó se incrustó en el tuétano de la identidad andaluza con el discurso que pronunció en 2003 tras ser investido Hijo Predilecto de Andalucía. Sus recuerdos sobre “las oleadas de trabajadores españoles que trabajaron en Alemania como los mejores” fueron descritos con tanta pasión hacia sus paisanos que desmontó en un soplo de justicia “el topicazo absurdo de la pereza andaluza”.
Lledó volverá a presentarse hoy más que predilecto como un hijo pródigo. De todos los galardones y reconocimientos que acumula –Premio Princesa de Asturias de la Humanidades, Premio Nacional de las Letras, Académico de la Lengua, Premio Internacional Menéndez Pelayo, Cruz Oficial de la Orden del Mérito de la República Federal de Alemania y un largo etcétera- a buen seguro que el nombramiento de Hijo Predilecto de Sevilla le aporta una  inyección superlativa de satisfacción.
Mientras, tendremos una nueva oportunidad de saborear sus análisis atinados, rebosantes de sentido común y de perspectiva, en estos tiempos absorbidos por el cortoplacismo, la frivolidad, los titulares insustanciales y los mensajes huecos de contenido. Un prisma que lanzará sin olvidarse de sus orígenes, por mucho que les pese a numerosos comunicadores que por ignorancia o por prejuicio desconocen o se resisten a publicitar que es del sur. ¿Un filósofo andaluz de prestigio?, ¿un académico sevillano con letra propia?, se preguntan con una osadía insultante algunos referentes mediáticos que algún día deberían comenzar a presentarle como andaluz y sevillano, y no como madrileño adoptivo. Pero más allá de etiquetas, concluyo como empecé: deseando escuchar su discurso y esta noche en la entrevista que tendré el inmenso privilegio de hacerle en Acento Andaluz en Ondaluz Tv.

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