El Ayuntamiento no sólo parece dispuesto a mantener las polémicas construcciones hosteleras situadas en La Caleta y Varela, sino que prevé aumentar el número de este tipo de establecimientos en el futuro. Eso sí, para evitar más denuncias por presunta vulneración de la legalidad, el Consistorio se ha propuesto introducir determinadas modificaciones en el nuevo planeamiento para reglamentar estas actuaciones.
Y es que según aseguró ayer la alcaldesa, Teófila Martínez, el próximo documento “regulará la implantación de equipamientos y de kioscos en los espacios libres” para conseguir un “mejor aprovechamiento de los recursos” y “favorecer su utilización y disfrute por parte de los ciudadanos”.
La primera edil hizo este anuncio en una rueda de prensa ofrecida para informar de las ordenanzas urbanísticas que integrarán el PGOU. Tras comparecer días atrás para explicar el grado de ejecución del anterior plan y los objetivos del siguiente, tocaba ahora desgranar los deberes y cláusulas concernientes a los usos y gestión de los suelos. Una compilación de normas que, en palabras de la regidora, vendrán a “mimar y a proteger el medio natural y el patrimonio histórico”, además de “velar por las condiciones de vivienda” y “fomentar el comercio de calidad”. Todo ello en el marco de una ciudad “sostenible”.
SUELO PROTEGIDO PARA SIEMPRE
Así las cosas, las principales novedades se localizan en el uso residencial, donde se contempla ampliar la superficie mínima de estudios y de habitaciones de casas con el fin de “evitar la aparición de nuevos partiditos en las fincas rehabilitadas”. También se incorpora la figura del alojamiento protegido que, según Martínez, serán pisos para grupos sociales específicos con zonas y servicios comunes. Igualmente, se dota de un carácter “indefinido” a todas aquellas parcelas destinadas en la actualidad a vivienda protegida.
MÁS PANELES FOTOVOLTAICOS
En el apartado sobre actividades económicas destaca la obligación de colocar paneles fotovoltaicos en los nuevos locales con cubiertas que superen los 250 metros cuadrados de superficie. De igual modo, se impone reservar a uso económico la primera crujía de los edificios ubicados en las calles de los ejes comerciales.
SOTERRAR EL CABLEADO
En el capítulo de equipamientos, el Ayuntamiento pretende continuar limitando las instalaciones de telecomunicaciones y electricidad, forzando para ello el soterramiento del cableado y los transformadores de las fachadas.
REDUCIR LA CONTAMINACIÓN
En materia de transportes y comunicaciones, el equipo de Gobierno apuesta por reducir la contaminación acústica, a través del asfaltado de las calles (a imagen y semejanza de la Avenida), y los costes ambientales. Para lograr esto último se plantea la obligatoriedad de aportar al diseño de la red viaria “elementos de arbolado, plataformas para el transporte público y carriles-bicis”.
PARQUE DE LAS SALINAS
Por último, el régimen de los usos se completará con la inclusión de uno nuevo referente al “mantenimiento y mejora del medio natural y cultural”. Este ámbito se dedicará a las actividades científicas, de investigación, deporte, ocio y turismo activo. Y según la regidora, se centrará mayormente en el Parque de las Salinas.
UNA ORDENANZA PARA EL NUEVO POLÍGONO
A las tres ordenanzas específicas destinadas hasta ahora a la gestión del suelo urbano -alusivas al casco histórico, al ensanche moderno y a la ciudad jardín- se sumará ahora una cuarta exclusiva para Zona Franca. Según indicó la alcaldesa, Teófila Martínez, este espacio recibirá un “tratamiento especial” y “separado” del resto de áreas productivas, permitiéndose una mayor variedad y compatibilidad de usos, tanto en el recinto exterior como interior.
No en vano, la intención municipal pasa por que en este enclave se compaginen edificios terciarios, comerciales y de exposición e industrias limpias que favorezcan, por otro lado, el desplazamiento y almacenaje de actividades “molestas” o “inadecuadas” para otros emplazamientos.
De ahí que su diseño se rija conforme a unas condiciones particulares de parcela y altura, que se ajustarán al modelo de polígono empresarial deseado por el Gobierno local y definido como un “referente de industria blanca”.
