La entidad cultural ha escogido este método para colaborar con la Archicofradía y Esclavitud de Nuestra Señora de los Milagros, encargada de organizar las distintas actividades, ya que todo aquél devoto a la Alcaldesa Perpetua puede adquirir uno de esos ejemplares. Están disponibles en la Iglesia Mayor Prioral.
La portuense Beatriz García, licenciada en Bellas Artes en la especialidad de grabado y diseño, ha colaborado con la Academia Santa Cecilia en esta tarea, un hecho destacado por cuanto la intención de esta entidad es fomentar el conocimiento de los jóvenes profesionales y artistas locales.
El grabado de la Virgen de los Milagros está hecho en relieve, como la xilografía, pero el material de la plancha no es madera, sino linóleo. Es un material usado en el recubrimiento de suelos, hecho a base de aceite de lino y otras sustancias. Al ser más blando que la madera es más fácil su talla y carece de textura, con lo que se obtienen superficies muy lisas de color.
La especialista explica que al ser un grabado a color se han realizado varias planchas, una por cada color. Lo más importante es el registro, añade, de ahí que la autora haya buscado un sistema que permita que las planchas se vayan estampando en el papel en el lugar correcto para que la imagen tenga sentido. Por ello buscó inspiración en las xilografías japonesas, que admira profundamente.
La primera plancha realizada es la que tiene el contorno del dibujo, en este caso, la negra. Una vez terminada se estampó sobre papel fino, se colocó boca abajo, sobre la siguiente plancha de linóleo y así se obtuvo el mismo dibujo y las mismas marcas de registro en la siguiente plancha como guía para su talla. En total fueron usadas seis planchas -cinco de colores- que mientras se van tallando permiten comprobar el dibujo que queda y el color. Hasta que no se estuvo de acuerdo con el trabajo realizado no se comenzó la edición de los ejemplares.
La entidad también ha contado con la colaboración de la empresa Diserma para la realización de este grabado.