Desde el pasado jueves y hasta mañana domingo, los más pequeños y los adultos (que siempre fingen ir obligados por los niños pero disfrutan más que ellos) podrán disfrutar una vez más de un espectáculo único, la visita de dos circos unidos, Alaska y Quirós, que en la actualidad, como nos explican, son las sagas (quinta y sexta) más expertas en este mundo y cuentan con artistas de reconocido prestigio incluso a nivel internacional y gran tradición circense.
El lema de renovarse o morir también está inmerso en el mundo del circo. Este año la novedad es la actividad Cantacuentos, “que tiene mucho valor educativo y además gusta a pequeños y mayores, porque interpretan canciones populares que todos conocemos”, nos advierte Marcos Guerrero. Pero “apostamos por el circo tradicional, los payasos, algunos incluso han sido premiados en el Festival de Montecarlo en 2007, malabaristas, que hemos pasado de dos a seis, lo que hace que el espectáculo sea más vistoso, a la vez que arriesgado, y los animales, osos, cocodrilos, caballos, etc, porque gusta mucho a los niños”. La especialidad de Marcos es ser payaso y malabarista, quizás dos de las profesiones más complicadas. La primera, como bien indica, “porque es difícil hacer reir a todos, por las condiciones en como vienen al circo, la edad o su predisposición. Pero tienes que ver las caras de satisfacción de la gente para saber que te apoyan porque los españoles no cultivan el aplauso fácil como en otros países europeos”, algo que en cierto modo, asegura, tiene su parte positiva, puesto que “así sabes valorar si tu trabajo gusta o no, aunque en el momento te desmoralice”. En la segunda, los malabares, admite que no hay manera de disimular un fallo, necesitándose mucha concentración y ensayo diario, una disciplina que no falta en este circo. Este año, el hecho de que sean seis los malabaristas que salen a escena, hace que haya más complicación a la hora de poner en marcha el número previsto.
La función que estos dos circos ponen en escena en la actualidad dura aproximadamente dos horas y hasta minutos antes de la actuación diaria, todos los artistas tienen que tener sus números preparados, pero no saben quien va a salir a encandilar al público. Normalmente puede haber algunos números nuevos cada día.
Unas 120 personas, el 98% de nacionalidad española, conforman estos dos circos (aunque a la pista sólo salgan unos 40 artistas), desde los más pequeños, que tienen su escuela propia y comparten su vida con todos los componentes del circo, como bautizos o cumpleaños, a los adultos, que ya tienen consolidada su vida. Es una gran familia donde todos participan de la vida diaria y cotidiana del vecino y cuentan con una singular mascota, Araciel, una tigresa bastante acostumbrada al mundo humano.
Los precios son muy económicos, sobre todo teniendo en cuenta los tiempos que corren y aunque las funciones no consiguen el lleno absoluto, Marcos Guerrero confirma que la gira que están haciendo está cosechando muchos éxitos, por ello ya preparan un número para la próxima temporada, la rueda de la muerte. Con todo, es cierto que esta época, de pocas semanas de diferencia con la entrada al curso escolar, son algo más flojas, pero confían obtener una buena respuesta del público portuense, ya que el recibimiento del año anterior fue muy positivo.