Después de siete años de espera, los vecinos de Cardeñas recibieron en enero las llaves de las casas del Área de Rehabilitación Concertada Marismas del Odiel. Desde entonces, estas 106 familias han dirigido escritos al Ayuntamiento de Huelva para solucionar los problemas de “infraestructuras, urbanismo, suciedad y seguridad ciudadana” que dicen padecer, pero “sólo” han recibido respuesta del Defensor del Onubense, institución que ha emitido un informe en el que denuncia “el aislamiento y abandono del barrio”, que debido “a la suciedad de los solares está sufriendo, además, graves problemas de garrapatas, ratas y culebras”.
El informe del Defensor del Onubense indica que “la situación de suciedad y abandono de los solares que rodean al área urbanizada está provocando que se acumule maleza, basura y escombros hasta el límite mismo de las viviendas”, y destaca que “el solar ubicado entre la barriada y el Paseo Marítimo así como el resto de los solares que rodean la zona se encuentran en una situación pésima, lo que está provocando graves problemas de garrapatas, ratas y culebras, agravados por los últimos movimientos de tierras que se están llevando para la construcción de un cortafuegos en las traseras de las viviendas”, una barrera que no sirve de nada si no se limpian estos espacios ahora vacíos.
Ante este paisaje urbano, la oficina del Defensor cree que es necesario que el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Huelva “proceda de forma urgente a realizar una campaña de desinsectación, desratización y limpieza de alimañas” debido a la situación que está padeciendo el barrio.
Asimismo, el informe del Defensor recomienda que el Ayuntamiento “delimite los límites de lo actualmente urbanizado mediante la limpieza y construcción de acerados que impidan que se acumule suciedad en la zona anexa a las viviendas, así como que se proceda a la limpieza de la maleza del talud ubicado en el frente de la barriada y que se concluyan las actuaciones de ajardinamiento”.

Pasos de peatones y paradas de autobuses
La “falta de pasos de peatones y de paradas de autobús -la existente además no tiene marquesina para protegerse de la lluvia-” es otra de las grandes preocupaciones de la barriada de Cardeñas. La portavoz de los vecinos, Miguela León, asegura que existe una única “parada” y “sólo existe un paso de peatones, pero situado muy lejos, por lo que hay que cruzar una carretera de cuatro carriles para llegar, con el consiguiente riesgo para los peatones, muy especialmente para las personas mayores”.

Un talud de 45 grados de inclinación “impide” el paso de los vecinos
Tras las quejas de los vecinos, el Defensor del Onubense recoge en su informe diversos problemas relacionados con la urbanización. En primer lugar, el documento destaca que “todo el frente de la barriada se encuentra separado de la avenida de comunicación con la ciudad por un talud que tiene una pendiente de más de 45 grados en algunos puntos y que está acumulando suciedad y maleza, lo que lo convierte en un paso impracticable que impide el tránsito de los vecinos”. Además, el informe subraya que “sólo existe un paso habilitado para sortear este talud”, lo que acentúa la sensación de aislamiento, por lo que el Defensor solicita que “se retiren las vallas de obras abandonadas, se limpie el talud y se creen escaleras y rampas para facilitar el paso”.

“Aumenta” la inseguridad ciudadana en la zona
El informe del Defensor del Onubense sobre la situación de Cardeñas destaca que está aumentando la inseguridad ciudadana en la zona, ya que “se están produciendo actos de gamberrismo y destrucción del mobiliario público ante el aislamiento que padece la barrio y la falta de vigilancia de la Policía Local”.
El documento de la Oficina del Defensor recoge la “preocupación vecinal por el diseño del único paso habilitado para salvar el talud que separa el barrio de la avenida”, una rampa encerrada en una estructura de hormigón que impide la visión de todo el recorrido, “por lo que se está convirtiendo en zona de refugio de actividades y personas que convierten este paso en un punto inseguro para los vecinos, ya que están obligados a transitar por este lugar”.
Además, el informe indica que “la paralización de las obras del Centro Social de la asociación de vecinos ha provocado que la caseta de obras que daba servicio a los trabajadores esté sirviendo actualmente de alojamiento y lugar de reunión de un grupo de personas que está constituyendo un punto de confrontación con los vecinos de las casas circundantes”.
Ante esta situación, el Defensor del Onubense recomienda que “mientras se toman medidas para la integración y comunicación del barrio con el resto de la ciudad, la Policía Local debería poner un especial empeño en la vigilancia de esta zona para, además de evitar que se produzcan actos vandálicos, conseguir que la zona no se convierta en otro punto conflictivo de la ciudad, cuando nunca lo ha sido”.