Dicha reestructuración del tráfico, que consistía en dar salida a los vehículos desde la Bajamar por la calle Domingo Veneroni y no por Compositor Javier Caballero como con anterioridad, puesto que es donde se están llevando a cabo los trabajos, obliga a que el tramo de Micaela Aramburu entre estas dos calles sea de doble sentido, por lo que se eliminan de manera temporal unas cinco o seis plazas de aparcamiento, pero se deja la ubicación de la parada de autobús, lo que provoca ya los primeros atascos, ya que no deja espacio para que los vehículos puedan pasar, y por ende hay que esperar a que el autobús haga su servicio.
Pero los mayores problemas se ocasionan por la poca fluidez que hay en dicho tramo con un carril en cada sentido, a lo que hay que añadir el problema que provocan los camiones provinientes de la obra, o los cortes que tienen que realizar los operarios para llevar a cabo actuaciones en el firme de la calle.
Los ciudadanos que han pretendido entrar (sobre todo) o salir del centro por esta vía, una de las más transitadas, teniendo en cuenta que es la que da directamente al centro neurálgico de la ciudad y a la zona del Ayuntamiento, se han encontrado con retenciones de entre diez y veinte minutos, lo que provoca quejas puesto que “en teoría teníamos que tener presente el cambio que se iba a provocar en las calles pero no las largas colas que nos tenemos que comer. Yo he llegado dos días tarde a trabajar a pesar de salir con suficiente tiempo de mi casa, y no tengo más remedio que acceder por esta vía, puesto que hacerlo por Valdés me supone mucho problema añadido, teniendo en cuenta además que el tráfico por la avenida de Sanlúcar es igual de lento”, indica Sandra Martín, que trabaja en el centro de la ciudad.
El hecho de que este corte sea temporal alivia mucho a los conductores e incluso a los vecinos de la zona, que están viendo como las retenciones también afectan a su nivel de bienestar. Por ello confían en que los trabajos a realizar entre la Bajamar y la calle Compositor Javier Caballero no se alarguen en el tiempo.
El concejal de Mantenimiento Urbano, Alfonso Candón, ya pidió de antemano disculpas a los ciudadanos por las molestias que provocarían las obras, pero son necesarias para ir avanzando en la remodelación de la avenida de la Bajamar, para la que se requerirán al Gobierno central un par de meses más, puesto que su envergadura no permitirá terminarla antes de final de año.
