Asaja denunció ayer que el Ministerio de Trabajo vuelve a criminalizar el trabajo en el campo con el anunciado
Plan de la Inspección, con el objetivo de perseguir a aquellas empresas que no garanticen la seguridad de los trabajadores frente a posibles golpes de calor.
Así, la organización agraria rechaza "enérgicamente" esta forma de proceder que refleja "una completa desconfianza y un profundo desconocimiento del sector agrario".
Desde Asaja recuerdan que hace ya un año que empezaron las campañas inspectoras, que incluían un cuestionario para detectar casos de "esclavitud o prácticas similares" en explotaciones agrícolas.
Y que, posteriormente, se abrió una campaña de control del fraude en la contratación temporal en el sector agrario.
Campaña de misivas
"En este nuevo plan la inspección utiliza el sistema de envío masivo de cartas, pretendidamente informativas y de advertencia de la necesidad de cumplir ciertas indicaciones. Sin embargo, las cartas van acompañadas siempre de amenazas de imposición de elevadísimas multas. En un año los agricultores y ganaderos han recibido más cartas de este organismo que en el conjunto de los diez años anteriores", aseguran desde Asaja.
Además, la organización presenta como medidas "pretendidamente novedosas" garantes de la seguridad de los trabajadores agrarios lo que son simples obligaciones legales y convencionales sobradamente conocidas por empresarios y trabajadores.