El concesionario de vehículos Royb Motor, en el parque empresarial El Peral de Arcos, cumple treinta años gracias al empeño y dedicación del empresario villamartinense Pepe Rodríguez. Fue en la localidad serrana donde inició hace tres décadas su aventura empresarial con el concesionario oficial Seat para la comarca. Hace cinco años, con la idea de ampliar mercado, se instaló en el polígono industrial de Arcos, donde se ha convertido en un referente en la industria de la automoción como especialista en primeras marcas y vehículos de ocasión.
¿Considera que la empresa se ha consolidado después de tantos años de duro trabajo?
–Diría que sí. Nuestro trabajo, efectivamente, nos ha costado. En noviembre de 2021 cumplimos treinta años y queremos celebrarlo de algún modo con nuestros clientes y amigos durante este 2022. Para Royb Motor es un año especialmente significativo.
¿Cómo empezó la singladura de la empresa?
–Royb Motor nació en Villamartín en 1991 como agente de ventas de Seat. Seguimos en esa tarea como el agente más antiguo en la Sierra de Cádiz. Después nos hemos ido adaptando. Con la crisis nos convertimos en multimarcas con tres marcas más: Kía, Peugeot y Opel. Además, nos hemos especializado en vehículos de ocasión, de ahí que contemos actualmente con otras tres tiendas, en Sevilla, Málaga y Villamartín, además de la nave-exposición en el polígono El Peral de Arcos. Nuestro negocio es así, nos tenemos que reinventar a diario.
¿Qué tal la experiencia comercial en Arcos, que en cierto modo le ha servido para afianzar la marca Royb Motor en la Sierra?
–Muy bien. Estamos muy contentos en Arcos a pesar de la competencia que existe porque hay varios concesionarios, muy buenos y con buenos profesionales, pero, insisto, nos hemos tenido que ir adaptando, sacando adelante nuevos planteamientos de mercado, revisar constantemente la oferta, etc. La verdad es que cada día vendemos más en Arcos y eso es motivo de satisfacción para la empresa, como lo sería para cualquier otra que se precie.
Royb Motor ha superado tiempos de crisis, como la económica que irrumpió en 2007 y, ahora, la sanitaria del COVID-19. ¿Cuál ha sido la fórmula, si es que existe como tal, para vencer estos tiempos adversos que tanto han afectado a la economía y por tanto a la situación del consumidor?
–Ha sido difícil. Ahora mismo cierran muchas empresas porque no pueden soportar la presión fiscal. No es que antes no pudieran, pero hasta hace poco se vendían más coches. El mercado se ha visto muy afectado por la pandemia. Ahora, como todo el sector en general, estamos atravesando un duro momento por la falta de microchips en los mercados. La mayor parte de estos elementos que son esenciales para el montaje y terminación de un vehículo moderno se fabrica en Asia. Al carecer el mercado de estos componentes ha caído en picado la fabricación y, por ende, la capacidad de suministrar nuevos modelos al cliente. Sencillamente no hay coches: las fábricas no fabrican. Los coches están cada día más caros como primera consecuencia. Es una realidad con la que tenemos que convivir los concesionarios y los usuarios o clientes. No obstante, venimos apreciando cómo se impone el vehículo de ocasión. Es lo que el mercado local está demandando actualmente. Diría que trabajamos prácticamente a un cincuenta por ciento.
¿Qué expectativas existen por tanto para el sector a propósito de la crisis de los microchips y otros problemas de logística que están afectando a los concesionarios?
–Por lo que nos comentan desde las marcas y el sector, prácticamente sufriremos esta situación durante el año 2022, aunque confiamos en que a partir de verano o después de esta época comencemos a recibir los vehículos que demandamos los concesionarios, y que poco a poco se vaya recuperando el pulso y todo vuelva a la esperada normalidad.
Sobre el vehículo de ocasión, ¿cuál es su oferta actual en esta gran exposición del parque empresarial El Peral?
–Tenemos un stock de más de cien coches de entrega inmediata o directa. Somos, además, parte de una plataforma nacional que ofrece un amplio abanico de vehículos. Con ello explico que ahora mismo somos de las pocas empresas que pueden ofrecer una rápida entrega del vehículo.
¿Han cambiado los hábitos de consumo a la hora de comprar un coche?
–Ya digo, el cliente se declina sobre todo ahora por el vehículo de ocasión, ya que se están dando tiempos de espera de hasta un año o año y medio para un coche nuevo. El que necesita un coche rápidamente se ve obligado a acudir al vehículo de ocasión.
¿Otros proyectos empresariales?
–Siempre hay ideas nuevas rondándonos la cabeza, pero nuestra meta más inmediata es afianzar o consolidar las cuatro tiendas, ya que dos de ellas se han abierto hace relativamente poco tiempo.
Lógicamente, con el crecimiento de Royb Motor ha crecido paralelamente la plantilla de trabajadores. ¿Cuál es su aportación en este sentido al mercado laboral?
–Villamartín es nuestra base de operaciones y por tanto donde tenemos el mayor número de trabajadores. La empresa está constituida por una veintena de trabajadores y trabajadoras, con un mínimo de dos en cada concesionario para atender las ventas y las relaciones sociales. Nuestra filosofía es que los trabajadores sean naturales de la ciudad donde prestan servicio. Estoy muy contento con todos ellos por su profesionalidad. La calidad profesional y humana de la plantilla nos ha ayudado durante estos treinta años que celebramos con alegría y optimismo.