El fervor cofrade que se percibe en Arcos no es sólo consecuencia del arraigo, de la tradición familiar, sino, además, de la transmisión que realizan en este sentido los colegios. Prueba de ello fue un año más el CEIP San Francisco, aunque este 2022 era más especial, si cabe, tras los dos años de suspensión de su procesión por el COVID-19. Ello no hizo más que incentivar e ilusionar más al profesorado y al alumnado, en este caso casi cien niños y niñas de Educación Infantil que con todo el desparpajo posible realizó un corto pero intenso recorrido en torno a la plaza Sierra de Cádiz aledaña al centro educativo. La procesión del CEIP San Francisco ya disfruta de cierta solera porque son varios años celebrándose, pero su gran virtud es que los niños y niñas se sienten partícipes y el centro de las miradas, como explica la directora del centro, Sara García.
“Desde que nos enteramos que la Semana Santa de Arcos está declarada de Interés Turístico empezamos a trabajarla como un hecho cultural de nuestra tierra”. Al mismo tiempo, es el alumnado el que ayuda al profesorado en el diseño de las vestimentas y del paso que esta vez portó a la Virgen María. Para ello también se sirven de materiales desechados, con lo que se les inculca el valor del reciclaje en el contexto del cuidado medioambiental. No faltaron los clásicos ‘armos’, las mujeres de mantilla, los nazarenos, acólitos, costaleros... En fin, que no faltó ni gloria.