El grupo especial subacuático de la Guardia Civil de Málaga ha rescatado en torno a la una de la tarde el cuerpo sin vida de José Ernesto, un hombre de 62 años de origen hondureño que ayer disfrutaba junto a su familia de la playa de interior de Arcos, en Cádiz. Los suyos temían que se hubiera ahogado, aunque las tareas de rastreo se llevaron a cabo por toda la zona hasta prácticamente esta mañana en previsión de que su pérdida hubiera sido por otros motivos. Las primeras labores de búsqueda por parte de Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, bomberos y Cruz Roja no dieron resultado alguno. Finalmente se confirmaron las sospechas y el cuerpo sin vida de José Ernesto apareció cerca de donde se temía se había ahogado, aunque la turbidez del agua dificultó las tareas de localización. Su familia ha asistido estupefacta a la aparición del cadáver, pues desde la tarde de ayer no ha abandonado el lugar. El Ayuntamiento le facilitó una carpa, alimentos y agua para que pasara la noche lo mejor posible en esta playa artificial. También confirma el Ayuntamiento que la playa no volverá a abrirse al público hasta mañana sábado.
Según ha sabido este medio, el hombre se habría desplazado desde Sevilla junto a su esposa y parte de su familia para disfrutar de un día de playa en Arcos. Por razones que se desconocen, se le perdió la pista en torno a las ocho de la tarde. En primera instancia fue buscado en el agua por el socorrista del recinto sin que se diera con su paradero, tampoco la búsqueda emprendida por la Policía Local dio frutos.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó el delegado municipal de Seguridad Ciudadana en Arcos, Oliver Verhoeven, visiblemente preocupado por esta desaparición. Luego sería el primer teniente de Alcalde, Leopoldo Pérez, quien se personó en el lugar para seguir de cerca los pasos dados por las fuerzas de seguridad.
La playa de interior de Arcos permanece hoy cerrada mientras duren las tareas de búsqueda de un hombre de origen hondureño y de unos 60 años de edad al que se dio por perdido en la tarde noche de ayer. Su esposa y las fuerzas de seguridad creen que se podría haber ahogado en el embalse porque además se le buscó infructuosamente por la barriada donde se encuentra la playa, a orillas del lago. Hoy se desplaza al lugar un equipo de submarinistas para continuar la búsqueda.
Según ha sabido este medio, el hombre se habría desplazado desde algún municipio cercano junto a su esposa para disfrutar de un día de playa en Arcos. Por razones que se desconocen, se le perdió la pista en torno a las ocho de la tarde. En primera instancia fue buscado en el agua por el socorrista del recinto sin que se diera con su paradero, tampoco la búsqueda emprendida por la Policía Local dio frutos. Por ello se piensa que el hombre se podría haber ahogado. Anoche se le instaló una carpa en la misma playa para dar cobijo a los familiares, que fueron provistos de mantas agua y comida gracias a la intervención de Protección Civil y Cruz Roja, Ayuntamiento y fuerzas de seguridad.
Hasta el lugar de los hechos se desplazó el delegado municipal de Seguridad Ciudadana en Arcos, Oliver Verhoeven, visiblemente preocupado por esta desaparición. De confirmarse la fatal noticia, el hombre habría sido el primer ahogado en el embalse de Arcos desde que éste cuenta con una playa artificial. En décadas anteriores se produjeron otros casos.