En estos convulsos e individualistas tiempos, el movimiento asociativo tiene una importancia extrema. Más aún si ese asociacionismo está relacionado con el colectivo de personas con algún tipo de discapacidad. En nuestra provincia existe la Federación Gaditana de Personas con Discapacidad Física y Orgánica ‘FEGADI-COCEMFE’, que aglutina, coordina y da cobertura a casi cuarenta entidades miembros -entre ellas también se encuentran asociaciones arcenses-. Esta Federación se constituyó en 1986 con la misión de luchar en defensa de los derechos de las personas con discapacidad, reivindicar políticas de inclusión, fomentar el asociacionismo, etc.
Me llevaría mucho reseñar todas las actividades que desde FEGADI se vienen llevando a cabo; empleo, formación, deporte, ocio, voluntariado y muchas más materias siempre enfocadas a las personas con discapacidad. Para poder realizar esta función solidaria, es necesario la financiación por parte privada y pública. Actualmente, las asociaciones gaditanas se están viendo en serias dificultades para poder seguir prestando los servicios de atención a estas personas, a causa de los recortes y la falta de compromiso de las administraciones (andaluza, estatal…). No estamos hablando de sillas, mesas, electrodomésticos… estamos hablando de personas que necesitan estos servicios de atención directa y que repercute en su calidad de vida.
La adaptación de vehículos a motor. La adquisición, renovación y reparación de prótesis y órtesis. Los gastos de desplazamiento de personas con discapacidad al centro residencial o de día, en aquellos casos en que no puedan hacer uso total o parcial del servicio disponible, así como los gastos de desplazamiento de los niños y niñas de 0 a 6 años que estén recibiendo atención temprana para desplazarse al centro al que deban asistir. La asistencia psicológica a padres de niños con cáncer, los profesores de refuerzo en las aulas hospitalarias, la atención a enfermos renales, fisioterapia para personas que tienen Esclerosis Múltiple o el servicio de transporte adaptado que contribuye a evitar el aislamiento social de las personas con discapacidad son algunos de los servicios que la ausencia de estas ayudas públicas podría interrumpir. Una situación lamentable que esperemos se solucione pronto, desde aquí todo mi apoyo a todos esos colectivos sin ánimo de lucro y personas solidarias e imprescindibles que entregan su tiempo a ayudar a las demás.