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Feliz 16

"No hay que cerrar los ojos a la realidad ni escondernos en nuestro bienestar particular. Lo que habrá de venir será de todos y por eso no basta con salvaciones individuales..."

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Con nuevas elecciones o sin ellas, con un Gobierno monocolor, tripartito, cuatripartito o como sea, feliz año nuevo a todos. No va a ser fácil el año. Si nos fijamos bien, ninguno es fácil. Nuestros problemas como nación siguen vigentes, y no digamos nada de nuestros problemas particulares: ¿quién no tiene un hijo parado, con su orla universitaria riéndose de él en toda su cara? ¿quién no sufre penurias económicas, o ve como su vecino las sufre con más o menos dignidad?


Y en lo mundial ya ni hablamos: en Belén, la patria chica del Niño-Dios, la gente huye de los diarios enfrentamientos, donde judíos y palestinos se matan con saña, con constancia bíblica; nuestro Mediterráneo, un mar tan apacible y culto, se ha convertido en una gran tumba colectiva, en una fosa común donde se ahogan niños sirios, mocetones subsaharianos, hombres y mujeres que huyen de la guerra y del hambre. Por otro lado, Europa es un fortín, un muro alambrado asustado porque no sabe dónde le va a explotar la próxima bomba, o en qué cafetería van a entrar los kalashnikov.
El mundo es una olla a presión que ni siquiera es capaz de garantizar que en cien o doscientos años podamos seguir viviendo aquí, porque como suba la temperatura se ahogarán nuestras islas, se derretirán los polos y nos iremos todos a tomar viento. Como los Gobiernos no se comprometan a bajar los humos, ya veremos si el planeta no se convierte en un almacén de chatarra.


No crean que estoy deprimido. Lo que ocurre es que en estos tiempos ser realista se parece mucho a la depresión. No hay que cerrar los ojos a la realidad ni escondernos en nuestro bienestar particular. Lo que habrá de venir será de todos y por eso no basta con salvaciones individuales. O todos o nadie.
Pero existe la esperanza y yo no sé ustedes, pero yo me agarro a ella. La esperanza de que hay un sol diario, una claridad diaria. La esperanza de que cada día nacen millones de niños, que traen el amor incrustado en el ADN de sus corazones. La esperanza. Por ella, y porque el amor es una tabla de salvación, Feliz 16 a todos.


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