La Junta de Andalucía ya ha abonado parte de las cantidades pendientes con el Ayuntamiento de Arcos, al que le adeudaría unos cinco meses por el servicio de ayuda domiciliaria, que a su vez presta la empresa Claros. Así lo confirmaba durante su visita al municipio el pasado viernes el delegado territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales en Cádiz, Manuel Herrera, quien admitió que la deuda “es un lastre que estamos teniendo”.
A su vez, Herrera confirmaba al alcalde de Arcos, Isidoro Gambín, que se ha abonado un mes, considerando que este pago “era una necesidad de la población a la que asisten la empresa y los propios trabajadores”. El Ayuntamiento actúa en este servicio como un mero mediador entre la Junta y la empresa Claros, pues la cantidad ingresada por la administración autonómica va a parar a la empresa. El delegado admitió “el esfuerzo de los trabajadores” porque vienen soportando durante años continuas deudas.
La novedad más importante, no obstante, es que la Junta comenzaría a trabajar en un nuevo decreto que regule el pago por el servicio de la ayuda domiciliaria. Herrera entiende que la deuda con los ayuntamientos, y por tanto con la empresa y los trabajadores, ha sido una constante y que esta situación se viene sufriendo “demasiado tiempo”.
Sin embargo, el delegado ha apelado a la paciencia porque durante los próximos meses, espera, habrá una respuesta positiva y tal vez definitiva para el Ayuntamiento, empresa y trabajadoras. Mientras tanto, en nombre de las trabajadoras, Nieves García señalaba que la situación es ahora mejor que hace unos meses, entre otros motivos porque el pasado día 29 recibieron el cincuenta por ciento de la paga extraordinaria adeudada. La misma aseguraba que la deuda de la Junta con el Ayuntamiento es de unos cinco meses, concretamente desde abril pasado. Sin embargo, las trabajadoras han ido cobrando de una u otra forma gracias a los adelantos de la empresa.
El pasado verano se produjeron las últimas movilizaciones por el momento de las trabajadoras de Claros, para denunciar los continuos retrasos que sufrían en el cobro de sus nóminas, una situación que, teniendo en cuenta el bajo salario que perciben, les afecta en su vida cotidiana de forma importante. Actualmente, la plantilla de la empresa Claros en Arcos de la Frontera está compuesta por unas setenta trabajadoras.