Otra gran actuación del Arcos ante un público entregado

Publicado: 03/10/2016
Antonio abrió el marcador que amplió Jacobo con dos tantos más. Quinto triunfo seguido de un equipo que maravilla a propios y extraños
ARCOS C.F               3
AT. ESPELEÑO         1


Arcos: Fran, Nano Cavilla, Casillas, Adri, Juan Gómez, Zúñiga, Melo (Rosales, 78'), Zafra (Jacobo, 19'), Juanca, Espada (Canty, 69’) y Antonio Sánchez. 

Espeleño: Molero, Jose Guti (Andrés, 63'), Dani, Siles, Germán (Sergio, 63'), Agus, Diego (Ito, 52’), José Mari, Mario, Ángel y Guti.

Goles: 1-0 (42') Antonio Sánchez. 2-0 (45') Jacobo. 3-0 (50') Jacobo. 3-1 (57') José Mari.

Árbitro: Pozo Osuna (sevillano). Amarillas a Nano, Fran, Antonio Sánchez, Rosales; Javi, Diego, Agus, Mario, Ángel y Dani.

Incidencias: Encuentro disputado en el Municipal de Jédula. Unos 400 espectadores.Se guardó silencio por el fallecimiento del exjugador del Arcos Antonio Iglesias ‘el Chan’ y por el abuelo del jugador arcense Canty.

El Arcos seguirá encabezando el grupo X de la Tercera División una jornada más al vencer al At. Espeleño por 3-1 en el único partido que se disputó en la jornada del sábado, un choque que el Arcos adelantó por la celebración de la feria de San Miguel, un festejo popular que afectó a la afluencia de público al municipal de Jédula, de nuevo un auténtico fortín arcense, inaccesible para todos los que pasan por ahí, escenario escogido para albergar otro partido del Arcos por resiembra del césped del Barbadillo. El Espeleño no dio ningún tipo de facilidades a los de Jose Herrera. Asentado en la firmeza de sus experimentados centrales, Dani y Siles, y en la movilidad de sus jugadores de la parcela ancha, donde sobresalían Mario, bien escoltado por Agus, que le cubría la espalda, y la peligrosidad con el balón de su máximo goleador, Diego, aguantaba los arreones locales con calma y tranquilidad, inquietando por medio de Diego (min. 8) con un disparo que botó antes de ser desviado por Fran en una gran intervención y en la cabeza del ‘nueve’ rojillo, ayer de azul turquesa, Guti, que pudo marcar en un testarazo a centro del lateral zurdo Ángel, otro buen elemento de un equipo cordobés cuajado de futbolistas expertos y con conocimiento de lo que llevan entre manos.

El Arcos lo intentaba con la velocidad por las bandas de Zafra y Espada, pero los espeleños presionaban bien al jugador arcense que llevaba la pelota y no cedían ni un metro de terreno. La pregunta era ¿hasta cuándo le durarían las fuerzas a los cordobeses para soportar los embates y las acometidas de los locales?, poseedores de una pegada brutal y de un centro del campo potentísimo, con Zúñiga, Melo y Juanca a pleno rendimiento, buscando constantemente arriba a Antonio Sánchez, que apareció en el minuto 42 y de qué manera, lanzando un misil aire-aire teledirigido a la escuadra derecha de la meta del inquieto Molero, que nada pudo hacer para evitar el octavo tanto del ‘pichichi’ de la categoría, que se desfondó en su titánico esfuerzo a lo largo del partido sin dejarse ni una gota de energía, lo que le costó una bajada de azúcar al término del encuentro. Tres minutos más tarde, Jacobo, que había entrado por el lesionado Zafra en el minuto 19, recibió un balón producto de un pugna en el área de Antonio Sánchez y, completamente desmarcado, batió por bajo a Molero ampliando la ventaja local al filo del descanso, un premio quizá excesivo para los méritos contraídos por unos y otros, pero contra goles no hay merecimientos. Se marcan o no, simplemente.

El Arcos se marchó al vestuario con una ventaja que no se esperaba y esa circunstancia cambió el partido. Nada más iniciarse la segunda mitad, Jacobo, en el minuto 50, marcaba el segundo de su cuenta y el tercero de su equipo, recibiendo un balón al hueco de Juanca de lo mejorcito que se vio en el partido. Parecía que podía llegar una nueva goleada y que los tantos irían cayendo uno tras otro hasta producirse otra goleada blanca, pero era una fantasía.

El At. Espeleño quemó sus naves dejando una línea de tres en defensa adelantando líneas y reforzando su ataque y a fe que dio resultado: un balón rechazado en el área arcense habilitó a José Mari para acortar distancias. Rafa Navarro, el entrenador cordobés, sacó del campo a sus dos laterales, Jose Guti y Germán, y colocando a Ito arriba junto al ‘nueve’ cordobés Guti, pero el Arcos supo defenderse bien, destacando toda la línea de retaguardia, incluyendo a Fran y sobresaliendo por encima de todos un Adri rocoso, que completó un partido soberbio, al igual que la mayoría de sus compañeros, que rayaron todos a gran altura, como Juanca, Jacobo o Casillas, que no habían salido en el once de inicio en partidos anteriores y que demostraron estar al mismo o mejor nivel que sus compañeros. El público se entregó a sus jugadores y volvió a entonar los cánticos más tradicionales que se han oído en las gradas arcenses en las últimas décadas, buena prueba de que la sintonía entre aficionados y equipo es la mejor de los últimos años, alentando y jaleando a sus jugadores como no se había visto desde hace una eternidad.

Esto tiene buena pinta y la cosa promete con el cercano regreso al Barbadillo tras completarse las tareas de resiembra, lo que puede ocurrir el miércoles día 12 con la visita de Los Barrios en la octava jornada de liga. Esperemos que el Barbadillo sepa recoger el relevo del bastión jedulense, un talismán para el Arcos. Los números no engañan.

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