El tiempo en: Benalmádena

Arcos

El Jédula también sabe sufrir

Los de casa jugaron con uno menos desde el min. 32 por expulsión de Pedro Muñoz

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai

José Mari bate a Soriano por bajo aprovechando un gran servicio de Pineda, que no aparece en imagen.

El tanto del CD Rivera fue el más espectacular de la mañana y corrió a cargo de Juanito de falta directa.

El C.D. Jédula encadenó seis jornadas sin perder al vencer al C.D. Rivera en el Municipal por 2-1, un partido que resultó de los más broncos y accidentados que se han jugado hasta el momento en el coliseo arcense debido, principalmente, a la dureza y malos modos que empleó el conjunto de Isaac Gallo, en cuyas filas juega el exjedulense Julio Alberto, que no cuajó una buena actuación.

El partido se le puso muy pronto de cara al Jédula (min. 16) gracias a un gran gol de José Mari, que superó de tiro cruzado y raso a Soriano a pase de Pineda, otra vez determinante en los momentos claves del encuentro, como en la falta lanzada en el segundo gol local (min. 49) para que Sergio Madrena no tuviese más que empujar el balón a la red. El conjunto de Elio Delgado jugó con un hombre menos las dos terceras partes del choque por la expulsión de Pedro Muñoz en el min. 32, un jugador que debería templar sus impulsos y no caer en vanas observaciones al juez de la contienda para no perjudicar a su equipo ya que en 12 jornadas disputadas lleva siete amonestaciones y dos suspensiones, incluida la que acarrea la doble amarilla de este encuentro.

La ventaja adquirida por los blanquiverdes les permitió el repliegue de líneas ante un rival que creó escaso peligro en sus ataques debido a la buena actitud defensiva de los locales, aunque el tanto del Rivera llegase producto de una falta innecesaria en la medular del Jédula que Juanito convirtió en un golazo por la escuadra, el tanto más espectacular de la mañana.

Aunque el gol encajado era una seria amenaza para un Jédula en inferioridad numérica, los de Elio apretaron los dientes y no permitieron más alegrías a su adversario.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN