En un esfuerzo por preservar la belleza natural y promover la biodiversidad urbana, el Ayuntamiento de Benalmádena ha llevado a cabo un impresionante trasplante de un algarrobo de 300 años de antigüedad desde su ubicación original, en el camino del Amocafre, hasta la rotonda de la avenida García Lorca. El ejemplar pertenecía a un vecino particular. Este proyecto, que combina la conservación del patrimonio natural con el embellecimiento de espacios urbanos, ha sido recibido con entusiasmo.
El proceso de trasplante del algarrobo centenario ha sido meticulosamente planificado y ejecutado por un equipo de expertos. Se han empleado técnicas avanzadas de excavación y manejo de raíces para garantizar la integridad del árbol durante el traslado, minimizando así el impacto en su salud y vitalidad. Una vez establecido en su nueva ubicación, el algarrobo es sometido a cuidados especiales para facilitar su adaptación y promover un crecimiento saludable.
El algarrobo (Ceratonia siliqua), conocido por su longevidad y majestuosidad, es una especie arbórea que ha sido parte integral del paisaje mediterráneo durante siglos. Este árbol perenne es apreciado por su resistencia a las condiciones climáticas adversas y su capacidad para prosperar en suelos áridos.
Este proyecto refleja el compromiso de Benalmádena con la sostenibilidad ambiental y el enriquecimiento del espacio público. El algarrobo centenario será un testimonio perdurable de la conexión entre el hombre y la naturaleza, recordándonos la importancia de preservar y valorar nuestro entorno natural para las generaciones futuras.