El Archivo Histórico Provincial de Cádiz ha sacado a la luz pública el expediente carcelario del escultor sanroqueño Luis Ortega Bru, una de las figuras fundamentales de la imaginería procesional del pasado siglo XX y autor en Jerez del misterio completo del Sagrado Descendimiento y del Señor de la Cena, así como de parte de su apostolado.
El documento acredita que el entonces cartógrafo Luis Ortega Bru, soltero y de 23 años de edad, fue sentenciado el 27 de abril de 1940 en Consejo de Guerra celebrado en Algeciras a la pena de tres años de prisión por el delito de “auxilio a la rebelión”, no constándole entonces otros antecedentes e ingresando en la prisión de El Puerto de Santa María el 11 de octubre de ese mismo año.
Ya para entonces, el reconocido escultor había sufrido la pérdida de sus padres, Ángel Ortega y Carmen Bru. Su padre –militante de la CNT- fue fusilado el 22 de diciembre de 1939, ya finalizada la Guerra Civil. Su madre había sido igualmente asesinada con anterioridad, si bien su cuerpo nunca llegó a aparecer. Luis Ortega Bru pasó por tres campos de concentración antes de ser encarcelado e incluso ya en prisión le fue expropiado su patrimonio familiar.
Indudablemente marcado por los sucesos vividos durante la contienda retomó la vocación de modelado heredada de su padre, que trabajó como alfarero, matriculándose en la Escuela de Artes Aplicadas de Sevilla en 1944, donde tuvo como maestro al escultor gaditano Juan Luis Vasallo.
En una época como esa, donde los talleres artesanos apenas podían responder a la creciente demanda de las hermandades, era cuestión de tiempo que Luis Ortega Bru recibiera sus primeros encargos. Así fue. En 1950 realiza el Cristo de la Misericordia para la Hermandad del Baratillo, una obra que le abre las puertas de la Semana Santa hispalense y andaluza. De hecho, tras la bendición de esta imagen firma el contrato para la realización del misterio completo de la Hermandad de Santa Marta de Sevilla, que se estrena en 1953.
Es posible que estemos ante su gran obra y probablemente ante uno de los grupos escultóricos más logrados del pasado siglo XX. Luis Ortega Bru debió incorporar al conjunto a la imagen de Santa Marta que había sido ya realizada por Sebastián Santos. Además, ve cómo la hermandad sustituye posteriormente su imagen dolorosa por otra del escultor de Higuera de la Sierra.
Es entonces cuando marcha a Madrid para trabajar en los talleres de Arte Granda, una empresa fundada en 1891 y especializada en la creación artesanal de arte sacro y religioso. Cuando Ortega Bru empieza a trabajar en la capital de España ya ha recibido el encargo de la Hermandad de la Soledad para la ejecución del Sagrado Descendimiento.
El conjunto se concluyó en 1957, contando con ocho imágenes: el Cristo, José de Arimatea y Nicodemo, la Virgen, San Juan Evangelista y las tres Marías. Antes de que llegara a Jerez, el grupo escultórico fue expuesto en una Exposición de talleres de Artes celebrada en el Palacio de la Biblioteca Nacional, en Madrid. La Hermandad de la Soledad había encargado a Manuel Guzmán Bejarano y Luis Jiménez Espinosa la ejecución del paso de misterio sobre el que debía procesionar este impresionante conjunto.
El paso y el grupo escultórico se estrenaron conjuntamente en la Semana Santa de 1959, constituyendo todo un acontecimiento. Para hacerse idea de las dificultades que entrañaba poner a este paso de misterio en la calle, valga recordar que en la década de los setenta apenas salió un par de veces debido a problemas de distinta índole.
Estando en Madrid, Luis Ortega Bru recibe el encargo de realizar un grupo escultórico del Resucitado para la ciudad de Jerez, que por diversos motivos no llegaría nunca a concluirse. El trabajo, acabado en madera, puede contemplarse en el museo de la ciudad natal del escultor.
Como ya se ha comentado, entre los años 1967 y 1972 Ortega Bru vive y trabaja en Jerez, impartiendo clases de modelado en la Escuela de Artes y Oficios. Es en esa época en la que realiza el grupo escultórico de la Hermandad de la Sagrada Cena, que no llegaría a concluir.
La imagen del Señor se entregó en 1967. Un par de años después entregaría cuatro apóstoles y en 1975, otros tres. Además, retoca otras cinco imágenes anteriores para completar el conjunto. Un cuarto de siglo después, sus sobrinos, los hermanos Ortega Alonso, realizan las cinco imágenes restantes.
El imaginero sanroqueño sí completa el grupo escultórico de la Hermandad de la Sagrada Cena de Sevilla, entre los años 1975 y 1982, siendo este su último trabajo de envergadura, ya que fallecería poco después. Al igual que ocurriera con el caso de Santa Marta, el grupo se remata con la imagen del Señor, que es original de Sebastián Santos Rojas.
La producción de Luis Ortega Bru es muy extensa, pero además de las ya reseñadas resulta obligado hacer mención al Señor del Soberano Poder y a Caifás y a la Virgen de la Salud, todas ellas de la Hermandad de San Gonzalo, de Sevilla. El Señor fue realizado en 1975 y en su peana puede leerse una leyenda especialmente significativa: “Mi Cristo para Sevilla”. Así fue cómo quiso Ortega Bru que fuese recordada esta obra.
En sus últimos años, el imaginero sanroqueño trabajó para el taller de Manuel Guzmán Bejarano, de ahí que los arcángeles que aparecen en la canastilla del paso del Señor del Prendimiento fueran los últimos trabajos que realizara para la Semana Santa de Jerez.
Luis Ortega Bru, el hombre que en 1940 fue condenado en Consejo de Guerra por “auxilio a la rebelión” y pasó tres años encerrado en la prisión de El Puerto de Santa María, falleció en su casa de la plaza del Pumarejo de Sevilla el 21 de noviembre de 1982.